¿Puede algo absolutamente desagradable ser arte?, ¿cuál es la línea que separa la creación artística de la simple provocación?, ¿cuál es el límite que estamos dispuestos a soportar? Estas preguntas, que parecen filosóficas y etéreas, están realmente en casi todas las obras de ficción de alguna manera. En algunas de forma directa, lanzadas como si fuera un puñetazo a la cara del espectador.
Es el caso de Kuso -que ya se puede ver en Filmin-, la película dirigida por el DJ Flying Lotus que pone en jaque el aguante y la paciencia del espectador. Ante él aparecen todo tipo de barbaridades. Escatología, sangre, gore… todo cabe en este relato tan provocador que desde que se presentara por primera vez en el Festival de Sundance en 2017 fue bautizada como la película más asquerosa de la historia del cine.
Motivos no le faltan. Sus personajes, deformes y pululentos, sufren todo tipo de barrabasadas. Mutilaciones genitales (un hombre ve su pene atravesado), dientes reventados por comer cemento, fetos abortados y luego usados como pipas de marihuana mientras suena la música del Mortal Kombat… todo vale en esta sucesión de ideas propias de un demente mental. Flying lotus parece reírse con su propuesta y retar al espectador a ver hasta dónde puede aguantar. Nunca hay un realismo en sus imágenes, pero tampoco un acercamiento paródico en su violencia, o al menos no siempre, lo cual hace todo más perturbador.
La trama argumental es lo de menos. Un Los Ángeles postapocalíptico que después de un gran terremoto presenta un aspecto infernal lleno de supervivientes que presentan todo tipo de deformidades y están cubiertos de granos llenos de pus. A partir de ahí llega la colección de momentos surrealistas y explícitos que hicieron que mucha gente se saliera a los diez minutos de aquella primera proyección. El director quitó importancia al asunto asegurando que “solamente fueron unos 20 de 400 los que se marcharon” y que no era “tan dramático”.
Lo que sí fue dramático fueron las críticas recibidas por el filme. Para The verge se trataba del “filme más repugnante jamás realizado”. “La película es, a menudo, un montón de mierda”, concluía. “¿La película más asquerosa de la historia de Sundance? Sería interesante saber qué hubiese hecho Freud con todo esto”, opinaba Variety, mientras que algunos defendieron que era una reflexión sobre el mundo y sobre el arte.
Es lo que veían en esta cadena de heces, semen, sangre, pus, sexo y mutilaciones con la que, según sus propias palabras, pretendía “atentar contra la cultura de la belleza instalada en Instagram y el resto de redes sociales”. “Estaba cansado de que todo aparente ser tan limpio, reluciente y bonito. Estaba harto de tanto terror no recomendado a menores de 13 años. Quería hacer algo que me recordara a aquellas imágenes que me chamuscaron el cerebro cuando era niño. Como aquella escena de Robocop en la que matan a Murphy y le arrancan los brazos a balazos... Nunca olvidaré aquella mierda. De niño tenía pesadillas con aquello y quería hacerle eso a alguien ahora”.
En una entrevista con el medio Digital Trends en julio de 2017, Flying Lotus aclaró que su pretensión no era crear el filme más repugnante de la historia. "Kuso no estaba destinada a ser la más asquerosa e impactante de todos los tiempos, sino que debía mostrar a todos su otro lado, su oscuro trasero, en Full HD. Estaba cansado de que todo fuera tan limpio, brillante, y que todos trataran de embellecerlo y hacerlo todo bonito”, dijo sobre los calificativos que había dedicado la crítica a su obra.
La polémica tras su primer pase hizo que sólo se proyectara en unas cuantas salas de Nueva York y Los Ángeles, pero no en el resto del país. Poco después llegó a una plataforma online especializada en cine de terror, algo que a él no le preocupó, ya que su idea inicial para dar a conocer su obra era radicalmente distinta: “No me importa si nadie la compra porque puedo hacer un tour con ella como hago de DJ, y ese era mi plan original, salir de gira después de Sundance y enseñar esta mierda a todo el mundo y hacer de DJ por la noche y recuperar mi dinero”. No sabemos si lo recuperó, pero Kuso fue su primera y, de momento, última película. Eso sí, para muchos es una experiencia que nunca olvidarán.