Serguéi Eisenstein, Abbas Kiarostami, Le Corbusier, Orson Welles, Marie Curie y Kira Murátova son varios de los nombres que el director irlandés Mark Cousins tiene tatuados por todo el cuerpo. De alguna u otra forma quiere que las personalidades que tanto le han influido a lo largo de su vida estén presentes en su piel.
Pero de todos los artistas son los directores de cine los que más le han marcado a lo largo de sus 54 años. Cousins lleva años al mando de un proyecto que por fin puede mostrar al público; un documental sobre la historia del cine a partir del trabajo de directoras. Así, Women make film recorre en 14 horas de producción, divididas en cinco episodios, la historia del cine femenino. Desde Alice Guy hasta Jane Campion; desde los países más desconocidos hasta los filmes más comerciales de Hollywood. Y es que con el exhaustivo trabajo de documentación de Mark Cousins cualquier entendido del cine comprende lo poco que sabe realmente sobre el séptimo arte.
En una entrevista con EL ESPAÑOL, Cousins explica que eso es lo que estaba buscando con Women make film: "Me encanta que no se conozcan estas directoras. Quiero que la gente se emborrache de cine y que se sorprendan de lo mucho que desconocen sobre este arte". Spielberg, Tarantino, Almodóvar o Nolan son nombres que fácilmente se le vienen a uno a la cabeza. Nombres de mujeres directoras, no obstante, son más difíciles de enumerar. Si existen largometrajes dirigidos por mujeres desde hace un siglo la explicación de Cousins es clara: vivimos en un sistema patriarcal.
El documental se presenta como un viaje de carretera, deteniéndose en escenas icónicas de los filmes que más han contribuido a la historia del cine. La primera parada es We were young (1961) de la búlgara Binka Zhelyazkova, un drama sobre la resistencia de la ciudad de Sofía ante los nazis. ¿Cómo expresar un momento mágico, un recuerdo? ¿Cómo se muestra el amor a través de una cámara? El documental va guiado por voces en off de diferentes actrices de renombre —Tilda Swinton, Thandie Newton o Jane Fonda entre otras— para evidenciar que los protagonistas de la nueva producción de Cousins son ellas.
Más directoras bajo el socialismo
Women make film también ha servido para desacreditar las generalizaciones y especulaciones sobre las directoras de cine. "Me decían que las mujeres hacían más películas acerca de la maternidad. Lo mismo con el arte; se generaliza sobre que las pintoras recrean escenarios en el ambiente hogareño", comenta Cousins a este periódico. "Cuando analizas a las directoras en todo el mundo, en las diferentes culturas, ves que hacen los mismo que los hombres. Existe un peligro en crear nuevos estereotipos sobre las mujeres, en decir que el cine de mujeres es diferente de alguna manera. Hacen exactamente lo mismo: thrillers, películas bélicas, dramas etc. El hecho de que no haya diferencias es lo más característico. Eso es lo radical", añade. Lo único que se distancia de los filmes dirigidos por varones es en la selección del reparto. "Las películas que hemos visto tienen muchas más protagonistas femeninas. Hay bastantes más mujeres ocupando el centro", se menciona en el documental.
Las mujeres tenían más probabilidades de ascender socialmente en la Unión Soviética que en Estados Unidos
Donde si hay una diferenciación considerable es en las producciones de culturas opuestas. En el siglo XX, en plena Guerra Fría, el telón de acero marcaba la frontera de dos mundos. En esta coyuntura, el director declara que en Estados Unidos había toda una jerarquía donde el hombre controlaba todos los mecanismos, ya fuera en la industria del cine como en cualquier otro ámbito laboral. Es lo que Cousins llama "la era Eisenhower", donde una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial las mujeres que habían trabajado durante el conflicto volvieron a su confinamiento. "Lo común era que la mujer no trabajara y preparara la cena al marido que llegaba cansado a casa. Era todo un sistema".
En cambio, la cantidad de mujeres directoras en el bloque soviético era inmensamente mayor. "Bajo el socialismo se promocionaba el máximo número de directoras de cine posible. Por este motivo, países como Rumanía, Croacia o Ucrania tienen muchas más directoras. Por lo general, las mujeres tenían más probabilidades de ascender socialmente en la Unión Soviética que en Estados Unidos.
El caso de España, por otra parte, fue peculiar. Pese a estar en el bloque occidental el régimen franquista era mucho más represivo que las demás democracias europeas y la mujer tenía un rol secundario en la sociedad. "Antes había un dictador. Y ahora está Vox. España tiene un constante problema con la discriminación", opina. De todos modos, de los cientos de nombres que aparecen en Women make film destaca una española que consiguió evitar la censura franquista y dirigió un sinfín de películas: Ana Mariscal.
"Actuó durante mucho tiempo y conocía perfectamente el movimiento de cámara, la iluminación y demás facetas del rodaje. Encontró su estilo desde el principio de sus creaciones, algo que no todos consiguen, y practicó todo tipo de géneros", apunta Cousins, quien ha aprovechado su visita a España para depositar unas flores en la tumba de Ana Mariscal en el cementerio de la Almudena. Asimismo, señala que el cine de Pilar Miró también es digno de estudio pero su temprano fallecimiento le impidió desarrollar todo su potencial.
¿El #MeToo, mero discurso?
Mark Cousins estrena Women make film en 2019, tras años de evolución del fenómeno Me Too y después de numerosos actores y productores señalados por su abuso de poder respecto a las actrices del gremio. Los discursos feministas en los Oscar y en los Emmy están a la orden del día y las actitudes sexistas son cada vez más criticadas y expuestas en los medios de comunicación.
Sin embargo, quien dirigiera The Story of Film en 2011, puntualiza que su proyecto comenzó mucho antes y que de ninguna manera ha aprovechado el auge del feminismo para dirigir este documental. "Solo con discursos no vamos a cambiar el mundo pero eso no significa que no sean necesarios. Ayudan porque en esos galardones hay muchos hombres poderosos. Hay hombres en la industria del cine, y también mujeres, que nunca han contratado a una directora. Si estos discursos les producen un sentimiento de culpa sentados en sus cómodos sillones claro que contribuyen a cambiar las cosas".
Germaine Dulac, Safi Faye, Lucile Hadzihalilovic, Moufida Tlatli, Chantal Akerman, Wendy Toye, Mary Harron y Dorothy Arzner son solo unas de las directoras que Cousins recupera en Women make film. Distintos países, diferentes culturas y todas mujeres. Muchas, a pesar de sus meritorias carreras, olvidadas y reemplazadas por hombres en estilos que ellas iniciaron. Quién sabe si quizá, tal y como desea Cousins, dentro de diez años se emplee el término muratoviano —en honor a Kira Murátova— en lugar de lynchiano —en honor a David Lynch—. "Quizá lleguemos a ese punto. Debemos llegar a ese punto", concluye.