"En todos los países la muerte es un fin. Llega y se corren las cortinas. En España, no. En España se levantan. Muchas gentes viven allí entre muros hasta el día en que mueren y los sacan al sol. Un muerto en España está más vivo como muerto que en ningún sitio del mundo", decía Federico García Lorca. Los monarcas españoles erigieron numerosos monasterios y palacios que mantuvieran intacto su legado una vez abandonado el mundo de los vivos. También quisieron ser inmortalizados mediante el arte. Pintores como Tiziano, Velázquez o Goya plasmaron los rostros de la monarquía española durante años. Este ansia real por el arte, despótico y totalmente ególatra, es apreciable por la gente en el Museo del Prado. La élite que vivía entre muros ve ahora la luz.
El bicentenario del Museo del Prado ha sido uno de los acontecimientos culturales más relevantes de este 2019 y esa transversalidad que predica la institución ha sido ejemplificada con Pintores y reyes del Prado, un documental dirigido por Valeria Parisi y escrito por Sabina Fedeli. Pero, la clave de este espléndido trabajo audiovisual, alejado de cualquier convencionalismo tradicional o estructura predecible, radica en una narración donde se aúna el flamenco con las joyas pictóricas a través de la solemne voz del británico Jeremy Irons.
Siguiendo la idea de Millares de que "el arte es del pueblo", Irons declara a EL ESPAÑOL que con este proyecto pueden animar a la gente a "acercarse al Prado". El propósito de Pintores y reyes del Prado no es únicamente mostrar al público el tesoro tras sus muros, sino romperlos y enseñárselos a toda la población. Desde la santidad divina y la miseria humana de José de Ribera hasta Zurbarán —el Caravaggio español—; de la pintura flamenca de Anton van Dyck a los bodegones de Clara Peeters. Porque, entre otras cosas, esa transversalidad que tratan de predicar se extiende por toda Europa. "Todas las grandes casas como el Museo del Hermitage, la National Gallery o el Museo del Prado nos enseñan que somos iguales. El arte no conoce fronteras ni nacionalismos", explica Irons a este periódico.
Lo mismo opina Fedeli, quien considera que cualquier obra del Bosco también habla a un turista que viene de Japón o a un alemán. "En esta época de nacionalismos fuertes este es un museo en el que, pese a lo que significaban las monarquías de aquel entonces, existía un cruce de ideas y un vínculo común entre naciones. Hemos intentado traducir la modernidad de aquellos tiempos y trasladarla al nuestro", comenta.
El documental se detiene especialmente en Goya, pues alberga tanto su evolución pictórica como esa deriva hacia el oscurantismo de su última etapa que fascina al actor británico. "Algo le debió pasar. ¿Cómo alguien que había vivido una rutina tan convencional de repente cambia tan radicalmente?", se pregunta Irons.
Oda a las mujeres
Si en algo ha flaqueado todos estos años el museo más importante de España es en cómo se ha representado a las mujeres. Si bien es cierto que en el pasado no había tantas pintoras, las pocas que había tampoco las han sabido reconocer. Es por ello que en el 200 cumpleaños del museo se les ha brindado el espacio que merecen con la exposición Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana. "Si no hubiésemos escrito nosotras este documental quizá nadie hubiera hablado de Clara Peeters. Es una cuestión de conciencia", considera de igual manera la directora.
La flamenca Peeters conocía muy bien el mundo del arte y la masculinización del mismo. Era una entre miles. De esta forma, pintaba pequeños autorretratos, casi inapreciables, en los reflejos de las copas y los cuencos de sus bodegones. Tal y como se menciona en el documental, expresaba su esfuerzo para que se la viese, como individuo y también como mujer que era, es decir parte de un colectivo.
La invisibilización a la que se enfrentaban las mujeres se trasladaba al propio funcionamiento del Museo del Prado. Durante los primeros años las mujeres, junto a los niños, tenían prohibida la entrada a la Sala reservada, donde solo lo hombres podían deleitarse con los desnudos de Durero o Rubens.
En resumen, Pintores y reyes del Prado, producida por 3DProduzioni y Nexo Digital, recorre la historia del Museo del Prado con intervenciones y anécdotas de distintas personalidades como la actriz Marina Saura, la bailarina Olga Pricet o el arquitecto Norman Foster, guiados y acompañados siempre por Jeremy Irons, quien finaliza el documental de hora y media con una frase de Picasso: "El arte limpia del alma el polvo de la vida cotidiana".