Los Premios Forqué cumplían 25 años. Los galardones que entrega EGEDA, la entidad de derechos de autor de los productores, cumplía un cuarto de siglo, y es ahí cuando uno se daba cuenta de algo, que Pedro Almodóvar nunca había ganado aquí. En este tiempo el manchego ha ganado Oscar (dos), Goyas y Baftas, pero nunca un Forqué. Ni por Todo sobre mi madre, ni por Hable con ella, ni por Volver, y ahora tampoco con Dolor y Gloria, su mejor filme en muchos años y la que todos pensaban que era la favorita de esta noche.
El galardón tampoco fue para el que muchos consideraban para su gran rival, Alejandro Amenábar - que se fue de vacío por La trinchera infinita-, sino para ese trío de directores vascos que conquistaron a la crítica desde el Festival de San Sebastián con La trinchera infinita, maravilloso retrato en off de la Guerra Civil y la dictadura desde los ojos de un topo de la guerra con el rostro de Antonio de la Torre. Jon Garaño, Aitor Arregi y Jose Mari Goenaga dieron la campanada y, sobre todo, pusieron mucha emoción de cara a los Goya, donde todos dan por hecho que ganará Almodóvar. Tras los Forqué ya nada parece tan fácil.
A cambio, La trinchera infinita perdió el que parecía su premio más cantado, el de mejor actriz para Belén Cuesta. Lo hizo en favor de Marta Nieto, única nominación de Madre y un trabajo que ya fue reconocido en el pasado Festival de Venecia. Una victoria que también pone picante a la categoría más reñida de los próximos Goya, donde se volverá a ver con Cuesta y con Greta Fernández.
Dolor y Gloria no se fue de vacío, se llevó el premio al Mejor actor para Antonio Banderas en su mejor interpretación, un papel que le puede llevar a las nominaciones a los Oscar el próximo lunes gracias a meterse en la piel de un director de cine con mucho de álter ego del propio Pedro Almodóvar.
Los Forqué entregan menos premios, pero entre ellos se encuentra el que llaman de ‘educación y valores’. Lo recibió Diecisiete, el emocionante filme de Daniel Sánchez Arévalo producido por Netflix y que debería haber tenido más suerte en la carrera de premios. Por su parte, La odisea de los giles fue elegida como Mejor filme latinoamericano, El nadador, Mejor cortometraje y Ara Malikian, una vida entre las cuerdas Mejor documental.
Para celebrar el cuarto de siglo también se entregó un premio a la mejor de todas las ganadoras. Aquí, claro, a Almodóvar no se le esperaba, y fue El laberinto del fauno quien consiguió este galardón especial.
Los únicos que tenían claro su premio fueron Gonzalo Suárez, medalla de oro del EGEDA por toda su carrera, y a los cuatro políticos que se pusieron de acuerdo por encima de las siglas de sus partidos para aprobar la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual: Edu Maura (Unidas Podemos), Marta Rivera de la Cruz (Ciudadanos), José Andrés Torres Mora (PSOE) y Emilio del Río (PP).