El coronavirus ha provocado también la cancelación de los festivales de cine de los próximos meses, entre ellos el más importante, el de Cannes, que espera poder aplazarlo a finales de junio o principios de julio, aunque el sector teme que tenga que cancelar la edición de este año. Así que mientras, en el confinamiento, voy a recomendar una de las películas más bonitas que ha pasado por allí en los últimos años.
Se trata de Lazzaro Feliz, de la directora italiana Alice Rohrwacher que fue la favorita del certamen hace dos años pero que se tuvo que confirmar con el premio al mejor guion. Una película que podría definirse como neorrealismo mágico y que tiene forma de fábula. Una fábula hermosa, pero también feroz contra el capitalismo.
Un personaje inocente, la bondad personificada, verá cómo es explotado en una finca que sobrevive con normas casi feudales, mientras que, en un golpe de magia verá también el presente, con la explotación de los trabajadores. Su mirada libre de maldad no estará preparada para ello. Una película de esas que sorprende y emociona. Una joya.