Quien iba a pensar el año pasado, cuando Woody Allen se paseaba por las calles de San Sebastián con su equipo rodando su nueva película, que una pandemia mundial pondría todo patas arriba. También el cine y los festivales, entre ellos el Zinemaldia, en el que Allen enmarcó Rifkin’s Festival, el título con el que ha inaugurado la Sección Oficial. Un delicioso homenaje al cine que no ha podido presentar en persona. Hasta el último minuto quiso venir, estar en España y devolver el cariño que siempre le hemos prestado a su cine. Pero la covid no lo ha permitido, porque como él mismo decía desde Nueva York por vídeo llamada, “se lo ha cargado todo”. El realizador de obras maestras ha declarado sentirse “con el corazón roto por no estar allí”.
Su película se desarrolla en el propio certamen que da comienzo este viernes, y Allen carga sus dardos contra la industria de Hollywood, el cine pretencioso, los directores pedantes y las obras que creen que pueden cambiar el mundo con una sola película. Para Allen el “festival ideal sería aquel en el que las películas no se tengan que promocionar con fines comerciales”. “Ojalá la gente vaya a los festivales a descubrir películas inspiradoras, no las comerciales, sino las innovadoras, imaginativas, las que no suelen ver. Y que cineastas originales tengan la oportunidad de mostrarlas a todo el mundo”, dijo.
En Rifkin’s festival se suceden los homenajes a los grandes maestros europeos que le han marcado. Bergman, Fellini, Buñuel… otros tiempos, ¿mejores que los de antes? Para Allen no tiene por qué. “Hay grandes cineastas ahora y que vendrán en el futuro. Mi influencia son los maestros europeos, los clásicos. Pero creo que hay buenos cineastas que se convertirán en colegas de esos maestros, y que vendrán más”, ha dicho el director, que no cree que todos los tiempos pasados sean peores. “El cine tiene que luchar por encontrar a su audiencia, y eso ocurría antes y ocurre ahora, donde tenemos un cine comercial que ya dominaba en la época de Bergman y Fellini. No podían competir en popularidad con el cine de Hollywood, y ocurre ahora con cineastas serios que hacen grandes películas”, ha añadido.
He visto bastante cine español que me ha parecido maravilloso. Almodóvar es toda una inspiración y la industria está llena de actores fabulosos
Para él “vivimos una era donde los blockbusters hacen cientos de millones de dólares” y donde “los cines no quieren poner las películas pequeñas porque se hace mucho más dinero con las grandes, así que los cineastas más pequeños no encuentran dónde poner sus películas, tienen que pelear por encontrar salas, siempre ha sido así”. Pero a pesar de todo ello es optimista: “Los artistas y las buenas películas siempre encuentran la forma de salir adelante y de ser vistas, aunque sea en un perfil más bajo que las comerciales que hacen tanto dinero, y su llama perdurará más tiempo que otras que se ven y se olvidan. La situación es la misma, cambia el maquillaje, pero es la misma”.
No ha tenido pudor en confesar que él rueda donde los productores manden, y que en esta ocasión tocaba en España, pero que cuando supo cuál sería el argumento tuvo claro que tenía que ser en San Sebastián y tener al festival como marco. Todo pintado con la luz de Vittorio Storaro. “La gente que financia mis películas quería que fuera en España. Yo ya había hecho una, en Barcelona, conocía Oviedo, estuve en Avilés… y me dije, dónde más. Y recordé que había estado en este festival y que la ciudad era maravillosa, encantadora, y me dije, escribiré para esta ciudad”, contó Allen sobre el origen de este Rifkin’s Festival que se estrena el próximo 2 de octubre.
Desde San Sebastián le apoyaron las dos actrices del filme, Gina Gershon y Elena Anaya. La española se mostró pesimista sobre el estado de la cultura en España, y como ‘doctora’ en la película -donde interpreta a una médico-, se atrevió a dar un diagnóstico sobre la salud nuestro cine, que cree que “está muy enfermo”. “La situación es terrible, es una industria muy golpeada y como doctora os digo que el cine es un lugar seguro donde lo único que os puede ocurrir es que vais a soñar despiertos y donde se ayuda a vivir mejor esta situación. Mi recomendación profesional es que volváis al cine lo antes posible”, dijo.
Para no sonar tan pesimista Allen recordó que el cine español siempre la había encantado y hasta influido:"He visto bastante cine español que me ha parecido maravilloso. Almodóvar es toda una inspiración y la industria está llena de actores fabulosos". De hecho, el mismísimo Buñuel y su Ángel exterminador tienen un homenaje en Rifkin’s festival.