El actor Javier Bardem, colaborador de Greenpeace en su campaña mundial de protección de los océanos, ha pedido hoy, a través de un mensaje en redes sociales, no alentar "un falso debate" sobre el cambio climático aprovechando el temporal Filomena y ha abogado por "más ciencia y menos populismo".
"Se están oyendo voces irresponsables, algunas con mucha audiencia, tratando de manipular el temporal Filomena para cuestionar el alcance de la crisis climática", ha escrito en su perfil de Instagram el ganador de un Oscar por No es país para viejos (2008).
"La ciencia es muy clara, la emergencia climática es real y los eventos extremos serán cada vez más intensos y frecuentes", prosigue el mensaje. "Autoridades y personas con gran proyección mediática no deberían alentar un falso debate que solo da alas a sectores negacionistas".
Bardem se embarcó en 2018 con Greenpeace en un viaje a la Antártida y grabó un documental, "Santuario", como parte de una campaña de protección de los océanos frente al cambio climático que defendió un año después como embajador de esa organización ante la ONU.
El propio actor comentaba en una charla con este periódico en el Festival de San Sebastián cuando presentó la película que incluso fue a la ONU a contar su experiencia y cuando vio una sala en donde debería haber 150 personas con apena 40 asistentes se le cayó el alma a los pies: “me dije, estamos mal, porque eso significa que se estaba dando la espalda a algo que es una emergencia y que nos afecta a todos. Esto no va de ricos y pobres, amarillos o verdes, sino que afecta a todos”.
Consideraba que no era una cuestión “de izquierda o derecha”. “El que esté en contra de medidas que tienen que ver con la emergencia en la que estamos, está en contra de todos nosotros, y me da igual de donde sea. Esto no puede ser una moneda de cambio”, añade.
Por eso manifestaba que no entendía que hubiera políticos o partidos negacionistas con el cambio climático, ya que “a estas alturas todos tenemos la experiencia sensorial de lo que significa la emergencia climática, eso es innegable, y el negacionista se está retratando, porque detrás de eso hay avaricia, una avaricia económica, y te da que pensar que en España la energía solar no esté regulada ni apoyada de forma importante. Es evidente que somos un país que debería ser punta de lanza en energías renovables. No lo somos, y quizás es porque los políticos se van después a ocupar cargos a las eléctricas”.