El director de cine Mario Camus ha fallecido a los 86 en Santander, según ha informado la Academia de Cine en sus redes sociales. Camus es el responsable de algunas de las películas más inolvidables del cine español de las últimas décadas, como La colmena (1982) o Los santos inocentes (1984).
Por la adaptación de la novela de Camilo José Cela ganó el Oso de oro en el Festival de cine de Berlín en 1983; y sólo un año después, en 1984, logra una mención especial del jurado ecuménico en el Festival Internacional de cine de Cannes por Los santos inocentes, una de las películas españolas más populares de la historia de nuestro cine. Fue, precisamente por sus adaptaciones literarias por lo que obtuvo más prestigio en nuestra industria, pero Camus fue un director capaz de conjugar lo autoral y lo comercial.
Un director que antes de pasearse por Cannes o ganar un Oso de Oro, había dirigido los filmes más comerciales al servicio de las estrellas del momento como Raphael o Sara Montiel. Para el primero dirigió dos de sus filmes más populares, como Digan lo que digan o Mi gran noche. Para Sara Montiel creó un vehículo de lucimiento como Esa mujer. También coqueteó con géneros como el western en La cólera del viento (1970).
Camus nunca renegó de sus filmes más comerciales, pero es verdad que el prestigio internacional de sus adaptaciones literarias le permitieron rodar obras mucho más personales a partir de los años 90, como sus acercamientos al tema del terrorismo de ETA en Sombras en una batalla (1993) y La playa de los galgos (2002); o también sus filmes más políticos y con carga social, como Después del sueño (1992), Adosados (1996) y El color de las nubes (1998).
Aunque iba para abogado, Mario Camus pronto sintió la vocación de contar historias, y saltó de la escuela de Derecho a la Escuela Oficial de Cine, la institución en la que durante el franquismo se formaron los mejores directores de cine de nuestra historia, como Saura, Bardem, Berlanga... fue precisamente con Saura con quien debutó como guionista. Con él escribió el guion de Los golfos. Así entró a formar parte de eso que llamaron el nuevo cine español. Una serie de autores que revolucionaron el cine desafiando a la censura franquista y contando otro tipo de historias.