“¿Y por qué no?”, responde Claire Denis cuando SERIES & MÁS le pregunta cómo lleva que los mayores éxitos de su carrera hayan llegado en el último acto de su vida. La cineasta francesa está viviendo su plenitud a los 76 años con los dos premios más importantes de una carrera que abarca cuatro décadas: el Oso de Plata del Festival de Berlín a la mejor dirección por Fuego y el Gran Premio del Jurado de Cannes por Stars at Noon. “El reconocimiento no da mucho”, reconoce desde San Sebastián días antes de la llegada a los cines españoles un drama erótico que la ha reunido con Vincent Lindon y la flamante ganadora del premio Donostia, Juliette Binoche.
“Siempre he pensado que la gente a la que no le gustan mis películas tiene razón”, explica la directora de la película de culto Buen trabajo. “También creo que a los que sí les gustan igual están equivocados. Es una forma de ser masoquista, pero es que creo que el masoquismo es muy práctico y muy útil como artista, te protege”. Ya quedan lejos los años en los que los principales festivales del mundo se negaban a programar a competición las películas (el único de sus trabajos que había optado a la Palma de Oro hasta este año era Chococolat, su debut, estrenado en 1988) de la cineasta que, como ha llegado a afirmarse, que mejor retrata los cuerpos.
En su nueva película, Denis cuenta la historia de una mujer de mediana edad que lleva 10 años viviendo enamorada junto a Jean. Ya ha quedado atrás el tumultuoso origen de la relación: cuando se conocieron Sara era la pareja de François, el mejor amigo de Jean. El tiempo ha pasado cuando Sara se encuentra a su ex por la calle. Él no se da cuenta, pero a ella le invade la sensación de que su vida podría cambiar repentinamente. Al mismo tiempo, François retoma el contacto con Jean por primera vez en años y le propone volver a trabajar juntos. A partir de aquí, los tres perderán el control de sus, hasta entonces, estables vidas.
“Yo no quiero reivindicar nada”, zanja la directora cuando una periodista le pregunta si con Fuego quería hablar de la pasión y el placer desde la historia de tres protagonistas maduras. “También me gusta rodar escenas de sexo con gente joven”, ríe la francesa. Su siguiente película (Stars at Noon, aún inédita en España) está protagonizada por los jóvenes Margaret Qualley y Joe Alwyn. “A mí las escenas de sexo siempre me gustan, a cualquier edad. Me gustan mucho los tres actores de Fuego. No he pensado en su edad, sino en que son bellos y atractivos sexualmente”.
Para Denis, “el amor es lo más interesante que hay en la vida y en el cine”, por eso sus dos películas (“como la música y la literatura”) giran alrededor de ese sentimiento. La edad, sin embargo, no ha sido un factor para que Juliette Binoche, Vincent Lindon y Grégoire Colin sean los integrantes de este complicado romance a tres bandas, pero sí le da un sabor especial.
“Era una historia que se podía contar mejor con personajes que ya han vivido algo. Cuando tiene un pasado amoroso y cuando tienen la impresión, un poco falsa obviamente, de que las cosas no van a cambiar, de que el amor va a durar y de que ya se ha vivido bastante tiempo para que no cambie”, explica la directora y guionista antes de insistir en que es “una historia de amor que también puede ocurrir a los 16 años”.
La directora se ha inspirado en la novela de Christine Angot. “La verdad es que no hemos trabajado juntas esta vez”, reconoce la directora cuando la preguntan por su colaboración con una escritora con la que ya había trabajado en Un sol interior, también protagonizada por Binoche. “Cuando hicimos esta película estábamos en pleno confinamiento y Christine tenía mucho miedo al virus. No salía de casa. Estaba escribiendo una novela. Me dijo que estaba en pleno proceso de escritura y no podía participar en el proceso”.
Denis y Angot pasaron juntas una semana en Montpellier, una ciudad del sur de Francia en la que vive la madre de la escritora, mientras repasaban notas y antiguos textos de la escritora. En la novela de Christine había un detalle argumental importante que Denis decidió dejar por el camino. “Su pareja tenía una grave enfermedad de riñones y tenía impresión en la novela que no le dejaba porque estaba enfermo”, aclara la cineasta. “Decidí que eso lo iba a hacer de otra manera. Escribí a un hombre que estuviera mal económicamente pero que físicamente estuviera muy bien. Preferí eliminar el rasgo de compasión de la historia”.
La compasión abandonada es reemplazada por el fuego, una palabra que, curiosamente, no aparece en el título original de este drama erótico. “Durante mucho tiempo estuvimos trabajando en la película sin un título”, recuerda Denis. “Siempre he pensado que tener un buen título es importante, pero no lo encontraba”. Éste apareció de forma casual durante un difícil día de rodaje (Binoche ha reconocido en sus entrevistas en San Sebastián que la filmación de Fuego ha sido una de las más difíciles de su larga carrera).
“Juliette me decía: Claire, Claire, ¿cómo vamos a hacer esta película?”. Y le dije: Con amor y con ganas. Vicent Lindon, que estaba al lado, me dijo: Ya tienes el título”. Así fue. En Francia se estrenó el pasado 31 de agosto con ese nombre, pero cualquiera que vea la película descubrirá que la versión española es más fiel al espíritu sensual y peligroso que derrocha Denis a los 76 años. Ya lo avisó la francesa: hay cosas para las que la edad es lo de menos.