Woody Allen se está planteando retirarse del mundo del cine. El cineasta está en el Festival de Cine de Venecia para el estreno mundial de Golpe de suerte, el largometraje número 50 de su carrera, un thriller romántico que, según sugiere, muy posiblemente sea el último que dirija.

La película rodada en Francia tendrá en Venecia su estreno mundial, una muestra de apoyo del festival italiano, después de que las controversias de la vida familiar del director hayan limitado la financiación y el estreno en salas de sus últimas producciones en Estados Unidos.

Según ha explicado Allen en una entrevista en Variety, levantar cada nuevo proyecto en los últimos años significa esforzarse por conseguir financiación y, a sus 87 años, no está seguro de querer seguir haciendo ese tipo de trabajo.

Financiar sus películas es cada vez más difícil

La reputación del cineasta ha sufrido un impacto negativo tras la cobertura periodística de las acusaciones de abusos sexuales que ha hecho su hija Dylan Farrow, un hecho que lo ha apartado del mercado en Estados Unidos.

"Tengo tantas ideas para películas que estaría tentado de seguir, si no fuera tan difícil encontrar cómo financiarlas", confiesa el director al medio estadounidense. "No sé si tengo el mismo brío para dedicar tanto tiempo a recaudar dinero".

'Golpe de suerte'

Woody Allen es un confeso admirador del cine francés. Siempre le han fascinado Truffaut y Godard, Chabrol, Renais y Renoir, por lo que para su película número 50 se rodeó de actores franceses y rodó en París, "decidí hacerme un regalo y darme un capricho", dice.  

En Golpe de suerte, Fanny (Lou de Laâge) y Jean (Melvil Poupaud) parecen el matrimonio ideal: ambos tienen éxito profesional, viven en un magnífico apartamento en un exclusivo barrio de París y parecen estar tan enamorados como el primer día. Pero cuando Fanny se topa accidentalmente con Alain, un excompañero de instituto, se queda sorprendida. Pronto se vuelven a ver y se acercan cada vez más...

Las acusaciones de Dylan Farrow

Dylan Farrow participó en la serie documental de HBO titulada Allen v Farrow de 2021 en la que detallaba públicamente acusaciones de un supuesto abuso sexual a manos de Woody Allen. 

"La situación ha sido investigada por dos importantes organismos. Y ambos, tras largas y detalladas investigaciones, llegaron a la conclusión de que no había mérito alguno en esas acusaciones", afirma Allen.

"Ya lo dije en mi libro A propósito de nada, no hay nada que pueda hacer. El hecho de que esta narrativa perdure me hace pensar que tal vez a la gente le gusta la idea de que perdure. Tal vez hay algo atractivo para la gente. No sé qué se puede hacer aparte de que lo investiguen, cosa que hicieron muy meticulosamente. Hablaron con todos los implicados y ambos organismos llegaron exactamente a la misma conclusión".

El director recalca que nunca ha habido ninguna acusación por parte de las mujeres con las que ha trabajado en 57 años de carrera. "Siempre he tenido mujeres en el equipo. Siempre les he pagado exactamente lo mismo que a los hombres. He trabajado con cientos de actrices y nunca he tenido una sola queja de ninguna de ellas en ningún momento".

"Ni una sola ha dicho nunca: "Trabajando con él, era malo o me acosaba", continúa. "Mis editoras han sido mujeres. Contrato a quien creo que es bueno para el papel. Como he dicho, he trabajado con cientos de actrices, actrices desconocidas, estrellas, actrices de nivel medio. Ninguna se ha quejado nunca y no hay nada de lo que quejarse".

Si aparece la financiación seguirá rodando

Lo único que le hace a Allen plantearse la decisión de retirarse es la fase de búsqueda de financiación que para él representa un trabajo muy tedioso, "siempre es un dolor de cabeza recaudar dinero para una película. ¿Y quiero pasar por eso?".

Pero si ese factor se eliminara de la ecuación, el cineasta neoyorquino tiene cuerda para rato. 

"Si alguien sale de las sombras y dice: 'Te daré dinero para hacer tu película', eso sería un factor influyente a la hora de hacer otra", afirma. Aunque no le gusta la forma en la que "consume" ahora el cine. "No me gusta la idea -y no conozco a ningún director que lo haga- de hacer una película y que a las dos semanas esté en televisión o en una plataforma de streaming".

Y para esa otra película, si la hiciera, le gustaría volver a Nueva York. A pesar de lo dañada que está allí su reputación no cree que ese sea un factor suficiente para no seguir haciendo películas. "Lo que fue un reto fue el Covid".