Ha llegado el lunes y, como llevamos haciendo desde el pasado 24 de abril, hacemos un repaso de todo lo que ha sucedido en el capítulo de esta semana titulado “La puerta”. Se trata de uno de los capítulos en los que el telespectador maldice a los guionistas de la serie por haber acabado con la vida de uno de los personajes más enigmáticos de los que circulan por los Siete Reinos. Pero antes de conocerlo, empecemos por el principio del episodio.
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Petyr Baelish nos lleva hasta Villa Topo. Allí se encontrará con Sansa y Brienne. Meñique quiere apoyar la lucha de la joven para recuperar Invernalia. Ella, que parece haber heredado el coraje y la valentía de sus padres, le recrimina su casamiento con Ramsay. Estamos ante una de las escenas más poderosas, de momento, en las que ha participado Sansa por la fuerza con la que echa en cara su traición. La pelirroja decide perdonarle la vida y le aconseja que salga de allí, no sin antes recibir un pequeño dardo de quien una vez fue su salvador.
En Castillo Negro, Jon, Davos, Sansa y Tormund planean su batalla para recuperar Invernalia. Saben que las familias que han sido siempre fieles a los Starks juraron lealtad a los Bolton. Por eso, gracias a un chivatazo, tal vez envenenado, del Meñique a Sansa, acudirán a su tío el Pez Negro en busca de ayuda en Aguasdulces. Aunque aquí cabe recordar que estas tierras les fueron entregadas a los Frey por Tywin Lannister.
De allí saltamos a Braavos, donde Arya continúa con su entrenamiento pero sigue sin convencer a su entrenadora. Jaqen decide darle una nueva oportunidad para que demuestre su valía para servir al Dios de Muchos Rostros. Su misión consiste en matar a una mujer llamada Lady Crane, una actriz que está en la ciudad interpretando una comedia en la que se ríen de las desgracias de la corte de Desembarco del Rey. Arya tendrá que enfrentarse a su pasado y tragarse su orgullo de Stark para llevar a cabo su misión sin interponer su apellido.
Quienes siguen debatiendo quién será el nuevo rey o reina de las Islas del Hierro son los Greyjoy. Tras la inesperada muerte de Balon en el capítulo anterior, Yara se erige como la legítima heredera, un lugar que le ha cedido Theon. Cuando están a punto de proclamarla reina aparece su tío Euron, hermano y asesino de Balon que, finalmente, acaba haciéndose con el poder prometiendo que se casará con Daenerys para conquistar los Siete Reinos. Yara y Theon, junto a otros hombres fieles a los jóvenes, deciden marchar y llevarse consigo toda su flota. ¿Dónde irán? La guerra está abierta en la familia del Hierro.
En mitad del capítulo llegamos a una de las escenas tristes que David Benioff y D.B. Weiss tenían preparadas para que sacáramos los pañuelos. Daenerys, Jorah y Daario están en Vaes Dothrak. Allí, la madre de dragones reconoce la labor de Mormont tras haberla salvado en dos ocasiones durante su periplo. Sin embargo, éste le confiesa que tiene psoriagrís y que ha decidido irse de su lado. A pesar de lo duro de su decisión, le confiesa su amor pero Daenerys decide darle una misión mejor para él: encontrar la cura y regresar a su lado cuando la encuentre.
De vuelta a Meereen, Varys y Tyrion hacen recuento de los altercados tras haber firmado la paz. En el altar de la reina conocen a Kinvara, una sacerdotisa roja (que lleva el mismo collar sospechoso que Melisandre) que será la encargada de predicar con la imagen de Daenerys como la única salvadora de los Siete Reinos.
Y llegamos a la parte central del capítulo y que justifica el título del mismo. Bran sigue aprendiendo del Cuervo de Tres Ojos y conociendo cosas sobre su pasado. En una de esas visiones se da cuenta de que quienes crearon a los caminantes blancos fueron los niños del bosque que viven allí para defenderse de los humanos. También, estando en una de sus visiones, conoce al Rey de la Noche quien no sólo se da cuenta de la existencia de Bran sino que también le toca, haciendo que sepa dónde se encuentra escondido.
Esto hace temblar al Cuervo de Tres Ojos que le pide que huya de su cueva para ponerse en lugar seguro, una decisión que toma tarde porque sigue conectado a su visión. En esta última imagen Bran está en Invernalia y ve a un joven Wylis (Hodor) hablando y actuando normal, sin repetir la única palabra que pronuncia en la actualidad.
Y es con esta imagen cuando Bran se da cuenta de que su existencia tiene repercusión tanto en el presente como en el futuro. Sin embargo, en la realidad, los caminantes blancos han encontrado su escondite y matan al Cuervo de Tres Ojos. Mientras, Bran consigue meterse en el cuerpo de Hodor, que le ayuda a llegar hasta la puerta donde el héroe que ha cargado con el joven Stark morirá engullido por los caminantes blancos. Mientras se desarrolla ese trágico final para Hodor, Meera y Bran huyen a toda prisa sin el lobo, que también muere en el ataque.
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