James Gunn ha demostrado que sabe imponer su personalidad y su peculiar sentido del humor haya donde vaya. Da igual que sea en una película de Marvel para todos los públicos como Guardianes de la Galaxia o que en su salto a la competencia en DC en un filme como El escuadrón suicida, también de superhéroes pero hiper violento, salvaje y con un humor mucho más irreverente. Su esencia se mantiene, y eso se nota y se agradece. Su salto a DC fue un fiasco en la taquilla del año pasado (su estreno a la vez en cines y en HBO Max tampoco ayudó), pero aun así le dieron la oportunidad de crear El Pacificador una serie que expandiera el universo de supervillanos presentado en su película y que este jueves ha llegado a la plataforma.
El escuadrón suicida fue la película de superhéroes más divertida y cafre que ha dado el cine reciente. Y esos mimbres se mantienen en El pacificador, una primera serie que es continuación directa de la película tanto en trama como en tono. La ficción creada por James Gunn -que ha escrito los ocho episodios y dirigido 7 de ellos- comienza con un ‘Previously’, que resume la trama del anterior filme como si fuera un episodio más de la serie. Gunn coge a su personaje más desagradable, pero también al más gracioso, y lo convierte en la estrella de la función.
Era lógico, ese superhéroe de extrema derecha racista, machista y homófobo obsesionado con su cuerpo era quien llevaba toda la carga cómica. Ahora es el centro de todo, y ese humor se mantiene. El Pacificador ha estado cuatro años en el hospital y ahora le prometen perdonarle su pena si colabora con la misteriosa ‘Operación Mariposa’. Su experiencia traumática en el anterior filme hace que su choque con el mundo sea mayor, pero James Gunn le sigue utilizando como trampantojo para hablar de ese hombre blanco de derechas que piensa que el mundo, las mujeres y el éxito le pertenecen. Un héroe que hace todo por el bien de su país sin darse cuenta de si es justo o no. Un patriotismo mal entendido que era una de las claves de la película y que se mantiene en la serie. Así, El pacificador es la serie de superhéroes más divertida con el héroe más asqueroso como imposible protagonista.
La serie apuesta por el mismo tipo de humor irreverente. Mezcla los chistes de 'pollas' con referencias políticas y mucho humor visual. Gunn se las apaña para que todo encaje, para que no quede un pastiche ni demasiado soez ni demasido obvio. A eso ayuda un John Cena que nunca ha estado mejor. El actor -y anterior luchador profesional en la WWE- ha demostrado tener una vis cómica única y ser capaz de reírse de sí mismo, de su cuerpo de culturista y de la imagen que proyecta.
Es perfecto para este superhéroe rancio que después de tener sexo es capaz de cantar I Don't Love You Anymore de The Quireboys con un vibrador en la mano, un momento que precede una salvaje escena de acción que mantiene la canción como sorprendente banda sonora. Gunn vuelve a demostrar que su oído y su talento para seleccionar canciones para sus creaciones es único. La banda sonora -que él mismo ha colgado en una lista de Spotify- es una maravilla y funciona desde sus divertidísimos títulos de crédito.
Su piloto funciona como un tiro y tiene todos los elementos para enganchar. Un par de giros interesantes, presenta la trama y sus personajes a la perfección, grandes escenas de acción, risas y los guiños al universo DC necesarios para no perder a los fans por el camino. A cambio se deja por el camino el derroche visual que sí tenía El escuadrón suicida. Gunn no se luce tanto estéticamente y es mucho más convencional. También intenta crear demasiada empatía con su personaje a través del personaje de su padre. Un “yo soy racista y fascista porque el mundo me ha hecho así” que suena a justificación que nadie ha pedido para que su protagonista se comporte de forma desagradable. A pesar de ello, una muestra de que las series de Marvel o DC pueden ser diferentes y muy divertidas.
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