Denostado por unos y amado por otros, el afectuosamente llamado género 'de tacitas' es uno de los pocos en los que siempre podemos confiar en que encontraremos lo que buscamos. Una de sus máximas exponentes en televisión es Downton Abbey, la serie británica sobre la familia Crowley y sus sirvientes, que conquistó a la crítica, espectadores y premios de la industria de ambos lados del Atlántico.

Desde su estreno en 2010 hasta las películas que ha estrenado en cines tras su final en 2015 (está rodando una tercera), su encanto continúa vigente, y qué mejor para llenar su vacío que una propuesta similar firmada por su creador, Julian Fellowes, que con el mismo espíritu y un cambio de aires se centra en un grupo de familias aristócratas de la Nueva York de finales del siglo XIX.

Ambientada en 1882, tres décadas antes del inicio de la popular serie británica, y en Nueva York, La Edad Dorada comparte con aquella su predilección por mostrar el estilo de vida majestuoso y protocolario de la alta sociedad. También el espíritu rebelde de algunas de sus protagonistas en contra de las normas de la sociedad del momento y el punto de vista de las personas encargadas de ceremonioso servicio que requerían los caserones que habitan.

Pero el ambiente que se respira en esta nueva serie es distinto. Si Downton Abbey empezaba con el hundimiento del Titanic y la Primera Guerra Mundial en ciernes, La Edad Dorada nos pone a las puertas de la llegada de la modernidad, en un período de prosperidad unas décadas después de la Guerra de Secesión de Estados Unidos.

La serie empieza con Marian Brook, la hija huérfana de un General de la Unión, que se muda a la casa de sus adineradas tías en Nueva York. Allí, se verá envuelta en una guerra despiadada entre ellas y sus vecinos, George Russell, un magnate ferroviario y Bertha, su ambiciosa esposa.

En un mundo que está a las puertas del cambio y la apertura a la modernidad, Marian deberá elegir entre seguir las reglas establecidas por la sociedad o labrar su propio camino, una decisión que tendrá que tomar en un contexto de luchas de raza y poder. 

Más que seguir de forma paralela las vidas de los dueños de la casa y los que están a su servicio (aunque también hay un poco de eso), la serie explora en sus episodios un clasismo diferente: aquel que separa a los nuevos ricos de los que han pertenecido a la alta clase de Nueva York desde su fundación ("Old Money").

Delante y detrás de cámaras

Los guiones están firmados por Fellowes y Sonja Warfield (Will and Grace), con Michael Engler (Downton Abbey) y Salli Richardson-Whitfield (La rueda del tiempo) como encargados de la dirección.

El reparto está encabezado por Christine Baranski (The Good Fight) y Carrie Coon (The Leftovers) a quienes acompañan un elenco de rostros conocidos de actores de Broadway, entre los que destacan Cynthia Nixon, Taissa Farmiga, Audra McDonald, Blake Ritson, Denée Benton, Louisa Jacobson, Thomas Cocquerel, Harry Richardson, Simon Jones y Jack Gilpin.