Lo que triunfa en todo el mundo no siempre tiene su calado en España. Mientras que Los 100 acaba de estrenar su séptima temporada el pasado 20 de mayo con éxito en EEUU, en España ha pasado cuanto menos desapercibido por la opinión pública. Sin embargo, el fenómeno internacional tiene una última oportunidad para adentrarse en el mercado español y conformarse como una de las series de ciencia ficción más importantes de los últimos años. La nueva temporada regresa a España de la mano de SYFY el próximo 15 de junio.
La historia de Los 100 presenta un futuro apocalíptico, donde la Tierra se ha convertido en un lugar inhabitable por los altos índices de radiación. Los humanos viven ahora en una estación espacial conocida como El Arca, pero la escasez de alimentos y la falta de oxígeno para toda la población obliga a las autoridades a instaurar medidas como el control de natalidad y la pena de muerte para garantizar su supervivencia. De esta manera, en secreto, envían a un grupo de cien jóvenes delincuentes a la Tierra para averiguar si el planeta es habitable nuevamente. No solo resulta que es habitable, sino que existen grupos de humanos que sobrevivieron al apocalipsis nuclear.
La serie, creada por Jason Rothenberg y basada en la serie de novelas de literatura juvenil de Kass Morgan, bebe de otras producciones como Perdidos que, curiosamente, tampoco triunfó tanto España como en el resto de países en su emisión tradicional —lo hizo tras la aparición de las plataformas—. En España se recibió como un boom mundial que cuando se emitió en castellano no terminó de cuajar debido, en parte, a las numerosas tramas inconexas que no tuvieron desenlace. Curiosamente, el actor Henry Ian Cusick es uno de los personajes principales en ambas series: Desmond en Perdidos y Kane en Los 100. A diferencia de lo que ocurrió en Perdidos el actor aseguró en una entrevista que en Los 100 no habría "situaciones inexplicables o sin resolver".
El hecho es que Los 100 lo tiene todo. Lo que en un principio puede parecer una serie con un presupuesto limitado, se transforma en una producción que cuenta ya con siete temporadas y cuyos actores y actrices son ídolos adolescentes en el extranjero. Clarke Griffin (Eliza Taylor), Bellamy Blake (Bob Morley), Octavia Blake (Marie Avgeropoulos) y John Murphy (Richard Harmon) sufren una evolución a lo largo de las temporadas dignas de una serie de estas características. Siguen siendo los mismos a la vez que el personaje de la primera temporada no tiene nada que ver con el de la última.
En resumen, es una serie que engancha, cuyos episodios dejan a uno con ganas de más y que, como en Perdidos o Juego de Tronos, cualquier protagonista es susceptible de morir. Una serie que trata el cautiverio, la cuarentena, la catástrofe nuclear y una diversidad normalizada y en ningún momento forzada, regresa a España de la mano de SYFY el próximo 15 de junio. Por el momento, a la espera de añadir la séptima y última, las seis restantes están disponibles en Netflix.