¿Puede ser el ajedrez atractivo para alguien que no haya jugado en su vida? La respuesta es que sí, y el que tenga dudas sólo tiene que ver algún episodio de Gambito de Dama, la última revolución de Netflix que arrasa desde hace semanas en la plataforma. Una miniserie de seis episodios que cuenta la historia de Beth Harmon, estrella del ajedrez a la que seguimos desde los 8 a los 15 años, mientras lucha por convertirse en la mejor de un mundo dominado por hombres y se enfrenta a las adicciones y traumas de su infancia.
Otro de esos fenómenos sorpresa de la plataforma y que tiene a todo el mundo sorprendido. Millones de personas han aprendido que ese Gambito de Dama al que hace referencia el título no es más que una apertura de ajedrez, y que cualquier ámbito puede ser trepidante en las manos correctas. Gran parte del éxito de esta miniserie se encuentra en el carisma y la presencia de su joven protagonista, Anya Taylor-Joy, un agujero negro que atrapa todas las miradas y uno de los rostros más personales del momento. Una revelación que recuerda a la que en marzo se vivió con Shira Haas y Unorthodox. Da igual que guste más o menos, hay unanimidad en torno a la imponente figura de su joven protagonista.
Hay una diferencia abismal, y es que a Haas no la conocía nadie, mientras que Taylor-Joy ya es uno de los nombres que se rifan en Hollywood. De hecho, hace unas semanas se confirmaba que ella daría vida a Imperator Furiosa en la precuela de Mad Max: Fury Road que prepara George Miller. Es decir, será la versión joven de uno de los personajes más emblemáticos de cine de acción reciente y al que puso rostro y cuerpo la mismísima Charlize Theron.
En el año más complicado para toda la industria ella continuaba pisando fuerte en la meca del cine. También ha estrenado con éxito Emma, versión posmoderna y juguetona del clásico de Jean Austen y Los nuevos mutantes, la que se esperaba que fuera nueva franquicia de X-Men y que tenía a Taylor-Joy en uno de los papeles centrales para una saga que, todo indica, no se realizará. Un único traspié en 2020, y en todas las películas se repetía su nombre como lo mejor de la función.
Pero ¿de dónde sale este portento de ojos enormes que se come el mundo? Lo primero que destaca de Anya Taylor-Joy es la influencia de varias culturas y países en su formación. Nación hace 24 años en Miami, pero es hija de madre inglesa y de padre argentino. Se mudó allí siendo una niña y hasta los seis años, cuando se fue a Londres. De hecho, Taylor-Joy habla un castellano perfecto con un acento argentino encantador. Lo mostraba sin tapujos en el rodaje en España de El secreto de Marrowbone, porque aunque ahora haya destacado, a esta joven actriz en España la descubrimos mucho antes que en otros países.
Sergio G. Sánchez, guionista de El orfanato y Lo imposible, debutaba de la mano de Telecinco. Era verano de 2016 y el director presentaba ante la prensa en su Asturias natal el reparto de su debut. Y allí estaba ella, una Anya Taylor-Joy radiante que charlaba con todos los periodistas con su acento argentino conquistando a todos. Era un torbellino, y todos los miembros del equipo tenían claro que iba a ser una estrella. El director se había fijado en ella gracias a La bruja, la película que realmente la puso en el mapa. Un filme de terror con el que debutaba en la dirección David Eggers. Ella era la absoluta protagonista, y muchos directores pusieron sus ojos en ella.
No sólo lo hizo Sergio G. Sánchez, sino que M. Night Shyamalan la fichaba para Múltiple, su regreso por la puerta grande a Hollywood y el filme con el que creía su propio universo expandido que luego terminó con Glass, en la que ella también participó. También llegaron las primeras series, como La casa de las miniaturas o su participación en Peaky Blinders. Era sólo el comienzo. Para el año que viene ya tiene una película terminada con Edgar Wright y está rodando de nuevo con Eggers y en un reparto en el que están también Nicole Kidman o Ethan Hawke. También estará en el debut como directora de Kristin Scott Thomas.
Todo esto ya estaba firmado antes del éxito de Gambito de dama. Sumen el pelotazo de la miniserie y cuando lleguen las primeras imágenes de ella rodando la nueva Mad Max y tienen a la próxima estrella favorita de Hollywood. Esta vez, con acento argentino.