‘Amanda Knox’, el documental de Netflix que cuenta el caso real en el que se basa ‘Cuestión de sangre’
Amanda Knox, la protagonista del caso en el que se inspira la película 'Stillwater', ha criticado el uso que se ha hecho de su imagen. En Netflix podemos ver el documental que cuenta su historia.
13 agosto, 2021 11:00Noticias relacionadas
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Hoy llega a las salas de cine Cuestión de sangre (Stillwater), la película de Tom McCarthy protagonizada por Matt Damon que, tal como ambos han reconocido en su paso por el Festival de Cannes y en varias entrevistas, está inspirada en el caso Amanda Knox. Su estreno en Estados Unidos se produjo en medio de polémica, cuando la protagonista del caso expresó su malestar por las implicaciones problemáticas de la trama. Si queréis conocer la historia real (y merece la pena hacerlo), solo tenéis que ir a Netflix y ver Amanda Knox, el documental que estrenó la plataforma en 2016.
En Cuestión de sangre, Damon interpreta a un padre que deja Oklahoma para visitar a Allison, que está presa en Marsella por el asesinato de su compañera de piso, y allí hará hasta lo imposible para que su hija regrese a casa. Amanda Knox pasó casi cuatro años en una prisión italiana tras su condena por el asesinato de Meredith Kercher en 2007, una compañera británica de intercambio con la que compartía su apartamento en la ciudad de Perugia, un caso por el que estuvo varios años intentando demostrar su inocencia en varios procesos ante la justicia italiana. No os contamos la resolución, porque podréis verla en el documental.
Los detalles de la polémica
“¿Me pertenece mi nombre? ¿Y mi cara? ¿Qué pasa con mi vida? ¿Y con mi historia? ¿Por qué se utiliza mi nombre para hablar de hechos en los que no tuve nada que ver? Vuelvo a estas preguntas una y otra vez, porque otros siguen beneficiándose de mi identidad y de mi trauma sin mi consentimiento”.
Does my name belong to me? My face? What about my life? My story? Why does my name refer to events I had no hand in? I return to these questions because others continue to profit off my name, face, & story without my consent. Most recently, the film #STILLWATER.
— Amanda Knox (@amandaknox) July 29, 2021
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Con estas palabras se expresó Knox en su cuenta de Twitter y en un ensayo publicado en Medium, en donde explicó con detalle los motivos que la llevaron a levantar su queja. El principal, es que se ha usado su nombre como reclamo para promocionar la película (su caso fue muy mediático en Estados Unidos), aprovechándose de su imagen pública, mientras los hechos que se muestran la dejan en muy mal lugar.
McCarthy respondió a sus quejas en Variety, explicando que, a pesar de haberse inspirado en su historia, solo usó la premisa "una joven estadounidense que está estudiando en el extranjero se ve envuelta en un crimen sensacionalista y acaba en la cárcel, pero todo lo demás es ficción". Pero Knox afirma que, si ese era el caso, no debería haber usado su nombre como arma publicitaria, porque se están lucrando con el trauma que vivió. Y, además, la película juega con algunas teorías que se usaron en su contra durante los juicios.
Esta polémica abre la puerta a un debate interesante sobre si hay límites en el uso de historias de personas reales como fuente de inspiración en obras de ficción con las que se lucran sus autores, cuando no se cuenta con su consentimiento.
'Amanda Knox', el documental
Estrenado en el Festival de Toronto de 2016, unos días antes de su llegada a Netflix, este documental reconstruye de forma lineal los hechos que rodearon el asesinato de Meredith Kercher y todo el proceso judicial que vivió Amanda Knox, incluidos los juicios de la opinión pública.
Sus directores, Rod Blackhurst y Brian McGinn tuvieron acceso privilegiado a los testimonios de Knox; su exnovio, Raffaele Sollecito, también acusado por el asesinato de Kercher; Guiliano Mignini, el fiscal italiano encargado del caso; y Nick Pisa, periodista del Daily Mail, que cubrió el proceso desde el inicio, que deja en el tramo final unas declaraciones sobre la (ausencia de) ética periodística, que no olvidaréis nunca.
El resultado, es un true crime fascinante en clave de thriller, en el que se explora la influencia que tuvo la despiadada cobertura mediática del caso, que alimentó con burdo sensacionalismo la narrativa de que Knox era culpable, "porque nadie se comporta así" y "porque tiene la mirada fría".
Tanto si vais al cine a ver Cuestión de sangre como si no, este documental es una pieza que tiene mucho valor por sí misma, y merece ser vista. Además, le dio la palabra a Amanda Knox para que pudiese contar su propia historia, después de ocho años en los que su nombre y su rostro fueron explotados sin piedad para vender titulares.
'Amanda Knox' está disponible en Netflix.
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