Los guionistas de Hollywood llevan 15 días en huelga y aún no parece que haya un acuerdo con la alianza de productores en el horizonte. La última vez que este sindicato entró en paro laboral general, la industria estuvo paralizada 100 días hasta que se firmó un nuevo contrato. Pero era 2007, una época en la que aún no habían entrado en el juego las plataformas de streaming.
El panorama y las reglas de juego eran muy distintos, por lo que lo ocurrido entonces no funciona como guía, y esta vez las predicciones se hacen un poco a ciegas. Algunos expertos ya han avanzado que la huelga podría extenderse hasta seis meses, pero no hay precedentes para poder afirmarlo con alguna certeza.
Fue precisamente la entrada de los streamers en el panorama audiovisual lo que coincidió con la generalización de la precariedad de los guionistas que los ha llevado a la huelga. Ahora forman parte de un sistema de contratos temporales, lo que ha convertido a esta profesión en un mercado inestable. Pero el mayor cambio que llegó con el streaming fue la desaparición de las regalías por reposiciones.
['The Last of Us' suspende el casting y la producción de la temporada 2 por la huelga de guionistas]
Diferencias con la huelga de 2007
Anteriormente, los guionistas (y otros profesionales creativos) recibían un pago cada vez que se volvía a emitir un episodio que habían escrito, cosa que ocurría en las reposiciones de verano, para llenar alguna franja horaria o con la venta de las series en sindicación. Ahora, cuando escriben una serie para cualquier plataforma solo reciben el pago inicial y ninguna bonificación, sin importar si la serie es una de las más vistas, algo de lo que presumen los streamers, o si un usuario ve un episodio tres o diez veces.
Pero uno de los cambios más importantes en las negociaciones de esta huelga con respecto a la de 2007, es que los efectos de la huelga tardarán menos en notarse en la pantalla, porque las plataformas tienen centros de producción fuera de Estados Unidos que no están afiliados al sindicato de guionistas a los que pueden acudir para producir contenido.
También tienen algunas series y programas de no ficción en posproducción y otros terminados en la nevera, que no tenían ninguna prisa por estrenar y ahora les vendrán bien lanzar. Netflix podría incluso cambiar su estrategia de estrenos en maratón y empezar a lanzar episodios semanales.
A simple vista, y según su versión oficial ante los medios, parece que la alianza de productores no siente ninguna presión por la huelga, y dicen estar preparados para sobrellevarla durante varios meses. A pesar de esa postura despreocupada, el apoyo a la huelga de guionistas de las series más populares de las plataformas si podría ejercer una presión más difícil de disimular.
La importancia de 'Stranger Things'
Es el caso de los hermanos Duffer, creadores y showrunners de Stranger Things, que el 6 de mayo anunciaron que no empezarían el rodaje de la quinta temporada de la serie como estaba previsto: "La escritura de los guiones no se detiene cuando comienza el rodaje. Aunque estamos deseando empezar la producción con nuestro increíble reparto y equipo, no es posible hacerlo durante esta huelga. Esperamos que pronto se llegue a un acuerdo justo para que todos podamos volver al trabajo. Hasta entonces... cambio y fuera. #wgastrong".
Es más que probable que Netflix tenga suficientes títulos en los cajones para seguir refrescando semanalmente su catálogo con alguna novedad, pero mientras tanto, la producción de su serie más popular está en pausa, y no puede confirmar si el estreno de su temporada final llegará en 2024, como estaba previsto.
Además, el inicio del rodaje en mayo-junio se había organizado para que no interrumpiera los estudios de algunos de los protagonistas de la serie, como Noah Schnapp, que interpreta a Will Byers, y que ha entrado a la universidad.
Si tienen que volver a organizar el calendario de producción en torno a estas necesidades u otros compromisos de los actores, el retraso de Stranger Things sería más que considerable, y una buena razón para repensar las negociaciones con el sindicato de guionistas para llegar a un acuerdo.