Después de convertirse en un fenómeno de masas, Bird Box: A ciegas aterriza en España. Entre todos los estrenos de Netflix para este mes de julio, uno de los que destaca en el panorama cinematográfico es Bird Box Barcelona, la secuela y spin-off del largometraje que protagonizó Sandra Bullock.
Se sitúa en la misma línea temporal que la película original, donde una misteriosa presencia está mermando la población mundial y llevando a los humanos a la muerte si deciden abrir los ojos.
A través de las calles desiertas de la ciudad, Sebastián comienza su viaje de supervivencia. Por el camino se encontrará con otros supervivientes con los que formará alianzas inciertas para intentar escapar de la ciudad. Pero pronto se darán cuenta de que hay una nueva e inesperada amenaza aún más peligrosa.
SERIES & MÁS | EL ESPAÑOL habló con los directores y guionistas David y Àlex Pastor (Infectados), y con los protagonistas del filme Mario Casas (El bar), Georgina Campbell (Black Mirror) y Diego Calva (Babylon). Cuentan cómo ha sido formar parte de este fenómeno, por qué se traslada a la ciudad condal y quiénes son los verdaderos monstruos de la historia.
Mario Casas a ciegas
"Soy uno de los tantos que vio la película. Y cuandoo me ofrecieron el proyecto, dije que sí casi que sin leer el guion antes", recuerda Mario Casas. "Ver el viaje que hace Sebastián acompañado de su hija y de otros personajes... Estoy feliz de tomarle el relevo a Sandra Bullock, he intentado hacerlo lo mejor posible, y ojalá ella la vea y me conozca", expresó también entre risas.
Sobre el personaje de Sebastián, Casas quiso también encontrar un nexo de unión con Malorie (Bullock). "Los dos coinciden en la relación humana que tienen con sus hijos. Ahí entra la pureza y la verdad, el luchar por volver por los tuyos. Y me imagino que no hay algo por lo que más tengas que luchar que por tus hijos. Es una relación inseparable", dijo el actor.
"La película te atrapa porque habla de algo muy primario. Que tú salgas a la calle y tengas que actuar todo el rato con los ojos cerrados... El vivir de esa manera te plantea una situación diferente y extrema y con la que es muy fácil empatizar", agregó.
Una posible franquicia
"La película original gustó mucho y tuvo mucho éxito. Y el reto era, primero, explicar una historia ambientada en el mismo mundo para que tuviese su propia personalidad, punto de vista e historia. Y segundo, crear una película que pudiera satisfacer tanto a los fans de la original y los que conocen la película con Sandra Bullock, pero que al mismo tiempo se sostuviese por sí misma y que alguien que no hubiera visto la original, la pudiese disfrutar y entender igual. Son dos tipos de público muy distintos", indicó Àlex Pastor.
"Esta idea de que algo tan sencillo como abrir los ojos pueda matarte, porque ves algo tan inenarrable que no puedes hacer otra cosa, es increíblemente estresante", definió David Pastor. "La nueva Bird Box intenta conectar con esos sentimientos de angustia y estrés que tuviste como espectador la primera vez".
Al pensar en la conexión con la primera película, Mario Casas también quiso adelantar que no se ha cerrado la puerta a expandir este universo con más películas
"Los que vean la película y vean cómo acaba... Lógicamente se deja una puerta bastante abierta a lo que venga, sea una peli o una serie. Sería muy interesante que haya una franquicia, con tres o cuatro pelis y que en la quinta nos juntaran a todos los protagonistas, con Sandra Bullock, Joaquin Phoenix...", se aventuró a imaginar Casas.
También pensó en ello Diego Calva. "Sería fantástico que hiciesen un Bird Box México o Bird Box Colombia, y sería fantástico poder ver otros spin-offs en otros países", expresó.
El miedo a confiar
"Para mí la película era sobre la supervivencia, las relaciones humanas y cómo se comporta un grupo de personas en un búnker. ¿Quién coge el mando? ¿Quién es el bueno? Hay dos niñas también metidas ahí dentro... Mi personaje es más el observador, el que mira desde fuera cómo se comportan los demás en situaciones de estrés. Si nos ponemos en sus pies, yo creo que saca lo mejor y lo peor del ser humano. Al final son esos personajes sobreviviendo entre ellos, más que contra las criaturas", describió Mario Casas.
"Hay algo en el miedo y cuando tienes miedo es fácil que te manipulen, pero si estás con la guardia baja, que es lo que pasa también en la película, la gente con miedo sufre mucho, no sabe qué hacer, no tiene respuesta", añadió. "En esa situación, yo no querría morir el primero. Intentaría pasar desapercibido, no llamar la atención y quedarme ahí, ser majo. Ir obedeciendo y tener una sonrisa. La mejor opción sería ir observando a los demás y ver los puntos débiles. Me quedaría en la retaguardia para sobrevivir", pensó.
"Todos los personajes tienen que luchar contra sus propios miedos y llega un momento en el que enemigo real ni siquiera es el monstruo, sino los humanos que te rodean", supo ver Diego Calva.
Por otro lado, Georgina Campbell vio esta situación de otra manera: "Bueno, no confío en demasiadas personas. Y cuando me enfrento a algo siempre soy un poco desconfiada. Y la oscuridad me parece que es algo que da bastante miedo. No me gustaría tener que vivir en la oscuridad el resto de mi vida".
¿Por qué Barcelona?
"Somos de aquí y la conocemos bien", respondió Àlex Pastor a la pregunta por excelencia. "Y una cosa que queríamos hacer era trasladarlo a una ciudad de aquí, a las especificidades de su geografía, de su topografía, que esto tuviera un rol importante dentro del argumento de la película. Y para eso te tienes que conocer bien el sitio".
"Es una película donde se retrata Barcelona y cosas muy específicas y propias de aquí, pero a la vez evita los clichés más grandes que todo turista conoce como La Pedrera o la Sagrada Familia. Me da la impresión de que si lo hubiésemos ambientado en Madrid hubiésemos caído en esos clichés, porque yo la conozco como turista. Queríamos es hacer algo que fuese específico donde el espectador local se reconozca como su propia ciudad y el espectador de fuera descubriese nuevos espacios, ignorando los obvios", añadió.
"Tal vez también por poder rodar a veinte minutos de mi casa. Esto es un poco como el método Kubrick, que quería rodar a 20 minutos de su castillo en Inglaterra y obligó a buscar un desierto en Inglaterra, donde rodar 2001: Una odisea en el espacio. Aquí cerca están los refugios antiaéreos de la Guerra Civil", indicó David Pastor.
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"En Madrid a lo mejor existe, no lo sé, pero tú como es tu ciudad lo sabes y dices 'bueno, pues tendría sentido que en el mundo de Bird Box, la gente buscara un refugio antiaéreo que no tenga ventanas y que está completamente cerrado'".
"Al final, la película trata más sobre lo que nos une que sobre las diferencias locales", respondió Àlex Pastor, a lo que David Pastor contestó también: "Una cosa que sí queríamos hacer diferenciándonos la obra original es que en esta película, por ejemplo, no haya armas de fuego más allá de algún momento puntual. Es algo que todos creíamos que realmente reflejaba la realidad de aquí, que no es una realidad como la americana, donde están armados hasta los dientes".
Sin embargo, Diego Calva supo ver que ante algo así, en realidad, "reaccionaríamos todos igual, porque somos humanos".