One Piece acaba de estrenarse en Netflix con la difícil misión de convencer a los fans del manga y el anime, y de ganarse el corazón del público que acabe de iniciarse en este universo. Y parece que su desembarco en la plataforma ha vuelto locos a la gran mayoría de espectadores.
Esto se debe, en gran medida, al gran trabajo que han hecho los creadores durante el proceso de adaptación. Y, entre ellos, al del diseñador de producción Richard Bridgland, que era consciente de lo que suponía conservar ciertos elementos que hacen de One Piece algo único, mientras dejaba a un lado lo que no funcionaría en un remake.
En una entrevista con Collider, Bridgland reconoció que en ningún momento pensó que fuera a ser fácil hacer su trabajo y que, de hecho, fue "un gran desafío". También contó que se inspiró en algunas referencias del mundo real como "los piratas del siglo XVIII", pero que también jugó con los elementos de One Piece, como los teléfonos con forma de caracol, que para él "son fantásticos".
['One Piece': lo que tienes que saber del manga y del anime antes de ver la serie]
La implicación de Eiichiro Oda
Desde el principio, hubo una razón por la que fans del anime quisieron depositar, incluso ciegamente, su confianza en la adaptación. A diferencia de otros ejemplos anteriores, el remake de One Piece cuenta con la supervisión de Eiichiro Oda, que no sólo es el autor del manga y el cerebro detrás del anime, sino que además es conocido por ser un artista meticuloso y especialmente cuidadoso con su trabajo.
Cuando le ofrecieron participar en el proyecto, Oda se mostró reticente y pensó en dejarlo pasar, viendo la trayectoria de la plataforma con otros animes. Sin embargo, se dio cuenta de que también podía ser una oportunidad para hacer de su creación algo incluso más grande y que llegara a una audiencia más global.
El hecho de que finalmente se decantara por implicarse en el remake llevó a los fans a pensar que sería un acto de amor y justicia con su obra. Y, finalmente, así ha sido.
"Había una gran responsabilidad de honrar el trabajo de Oda en el manga y también de honrar a todos los fans, porque cada uno tendrá su propia visión de ese mundo en la cabeza. No podíamos crear algo con lo que todos estuvieran contentos, pero nos esforzamos mucho para asegurarnos de honrar el espíritu del manga", expresó Bridgland.
El proceso de adaptación
Detrás de Eiichiro Oda, las siguientes personas en las que tuvo que confiar el público eran los showrunners de la serie Steve Maeda y Matt Owens, que además de haber trabajado en series como Perdidos, Luke Cage o Agentes de S.H.I.E.L.D., también son grandes fans de One Piece.
Ambos han invertido mucho tiempo en esta historia, tratando de comprender a los personajes y su evolución, y no sólo la conocen al dedillo, sino que también mantienen una férrea conexión con el fandom, especialmente Matt Owens, que interactúa con ellos y ha aparecido en varios debates relacionados con el anime.
En definitiva, no dejan de ser también fans de One Piece que, con la ayuda de Oda y un elenco fantástico y a la altura, han hecho que cobre vida este increíble universo de piratas.