Sevilla

Como cada primer lunes de Cuaresma, cientos de cofrades asistieron a la Catedral de Sevilla para rezar el Vía Crucis que organiza anualmente el Consejo de Hermandades y Cofradías con la colaboración del Cabildo Metropolitano. Otro rito más consumido cuando restan 33 días para el Domingo de Ramos.

La imagen elegida para presidirlo en esta ocasión fue la de Nuestro Padre Jesús de la Redención, de la cofradía del Beso de Judas, también llamada del Rocío o de la Redención.

Este Cristo fue realizado por Antonio Castillo Lastrucci en 1957, mismo autor de las imágenes secundarias del paso de misterio y de la Virgen del Rocío.

[En imágenes, la Estrella enciende la Cuaresma en Triana con su Via Crucis y traslado a San Jacinto]

Traslado bajo un sol primaveral

A las 16:10 comenzaba el traslado en andas desde la la Iglesia de Santiago el Mayor a la Catedral, bajo un sol radiante y temperaturas primaverales. El azahar ya despunta. Miembros de la hermandad Matriz del Rocío de Almonte fueron invitados a portar al Señor en los primeros metros del recorrido, entre ellos su presidente, Santiago Padilla. 

Este acto se celebra lunes para no coincidir con los cultos que estos días ocupan la agenda de las hermandades sevillanas de martes a domingo, algo que por otra parte impide que algunos sevillanos no puedan acercarse a la Catedral hasta concluir su jornada laboral.

El Cristo de la Redención en la calle Alemanes rodeado de fieles PABLO LASTRUCCI

Un nutrido grupo de hermanos con cirios color tiniebla iba tras la cruz de guía flanqueada por dos faroles. La escolanía de María Auxiliadora de la Trinidad y su capilla musical acompañaban musicalmente al Cristo. Las andas, inspiradas en el canasto caoba del paso de misterio, iban adornadas con flores moradas a juego con la túnica de terciopelo liso y el mantolín bordado que portaba la imagen. 

El traslado de ida fue a buen ritmo, llegando antes de lo previsto a la Puerta de los Palos. La hermandad tuvo que hacer tiempo hasta que el arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, llegó puntualmente cruzando a pie los escasos metros separan la Catedral del Palacio Arzobispal. Sonaban las campanas a las 19:50, señal de que el Cristo estaba dentro.

El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, y la corporación municipal portaron las andas en el momento de la entrada a la Santa Iglesia. Cofrades de todas las hermandades de penitencia tuvieron ocasión de llevar en algún momento al Cristo sobre sus hombros, arropados en todo momento por la cuadrilla de Paco Reguera, capataz de la Redención.

Mucho público en la Catedral

A las 20:00 comenzó el acto penitencial del Vía Crucis, aplicado "por los frutos del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular; por el fin de la sequía; y por las vocaciones sacerdotales". El lema elegido por la hermandad de la Redención para este rezo fue "Por tu Misericordia, por tu Pasión, haznos dignos de la Redención".

Gran afluencia de fieles en el interior de la Catedral, donde cofrades de distintas hermandades iban leyendo las catorce estaciones del Vía Crucis, mientras el Señor se iba deteniendo ante las cruces de guía de Padre Pío, Pasión y Muerte, la Hiniesta, la Estrella, Santa Marta, San Gonzalo, Santa Cruz, el Buen Fin, los Panaderos, las Cigarreras, la Quinta Angustia, el Gran Poder, la Mortaja y el Sol.

La cera color tiniebla, empleada para los cirios y los codales de los candelabros de guardabrisa de las andas, se abrían paso entre las tímidas luces del templo metropolitano. Devotos, cofrades y turistas curiosos por ver qué acontecía se mezclaban bajo las altas bóvedas del templo.

El Cristo de la Redención en la Catedral durante el Vía Crucis de las Hermandades PABLO LASTRUCCI

Conclusión del arzobispo

Tras las andas iban miembros del Cabildo Metropolitano, con el arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, y el delegado Diocesano de Hermandades y Cofradías de Sevilla, Marcelino Manzano, al frente, acompañados por el presidente del Consejo de Hermandades de Sevilla, Francisco Vélez.

"Dirijamos hoy a Cristo nuestra mirada, con frecuencia distraída por cuestiones materiales superficiales y efímeras. Contemplemos su cruz. La cruz es fuente de vida, signo de perdón y misericordia, prueba de un amor infinito. Sus brazos clavados se abren para cada ser humano y nos invitan a acercarnos a él con la seguridad de que nos acoge y estrecha en un abrazo de infinito amor", reflexionaba el pastor de la Iglesia sevillana como conclusión al acto penitencial.

Sin incidentes

Un dispositivo compuesto por efectivos de Policía Local, Policía Nacional y Protección Civil participó en esta jornada sin incidencias. Como novedad, este año el acceso a la Catedral para los asistentes se hizo desde las puertas de San Miguel y Campanillas, reservando la de Palos sólo para la cofradía. 

El traslado de vuelta se extendió hasta pasada la medianoche, acompañado por numerosos cofrades que caminaban junto a las andas. Una saeta antes de entrar en la recién restaurada Iglesia de Santiago el Mayor puso fin a una jornada histórica para esta hermandad fundada en 1955. El Cristo entró a las 12:15 portado por la junta de gobierno que preside Manuel del Cuvillo.