Este miércoles ha tenido lugar en el salón de actos del Real e Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Sevilla una interesante conferencia sobre La Roldana, a cargo del profesor e historiador del Arte Manuel Jesús Roldán, por iniciativa del Instituto Andaluz de la Mujer y organizada por el Centro de Documentación María Zambrano.
Alumnos de Bachillerato de Artes Plásticas del IES Murillo han asistido a una magistral clase del profesor Roldán, autor, entre otros libros sobre arte, de la novela “Cara de Ángel”, donde se recoge la vida y obra de esta importante escultora sevillana nacida en 1652.
Luisa Ignacia Roldán es considerada una de las escultoras más importantes de todos los tiempos y pionera en el mundo del arte, al ser la primera mujer reconocida como tal. Fue una de las hijas del famoso escultor Pedro Roldán, “quien educó a todos sus hijos en igualdad pese a vivir en un mundo de hombres donde la mujer ocupaba un plano secundario”.
“Las primeras obras de La Roldana no están documentadas”, puesto que en aquellos años “no estaba normalizado que las mujeres firmasen, pese a no estaba prohibido”, aclaró el profesor Roldán, manifestando que “no sería conveniente aplicar la mentalidad actual para valorar hechos que sucedieron en el siglo XVII”.
Primeras obras no documentadas
Luisa Roldán se casó en la Iglesia de San Martín de Sevilla con Antonio de los Arcos, un oficial del taller donde trabajaba con su padre, a expensas de la oposición de su progenitor. Esto le supuso enfrentamientos con su padre y maestro, quien le había enseñado el oficio ya que las mujeres no podían asistir a academias o escuelas de arte.
En los talleres de Pedro Roldán, su padre, y de Antonio de los Arcos, su esposo, Luisa realizó sus primeros trabajos no documentados. Algunos de ellos son -o forman parte de- el misterio de la hermandad de la Carretería, el misterio y las cartelas de la Exaltación, el Ángel confortador de Montesión o la Virgen de la Estrella.
Más tarde se trasladó con su esposo a Cádiz, ciudad en auge gracias al comercio con las américas, donde comenzó a firmar sus primeras obras y a consolidar su trayectoria profesional en solitario, realizando las imágenes de San Servando y San Germán o el Ecce Homo de la Catedral, entre otras muchas.
Escultora de cámara de Carlos II y Felipe V
Tras permanecer en Cádiz 2 o 3 años se produjo su definitivo traslado a Madrid, donde vivió desde 1689 hasta su muerte en 1706. En Madrid fue nombrada miembro de la corte real y escultora de cámara durante los reinados de Carlos II y Felipe V, todo un hito para una mujer en aquella época.
La directora del Instituto Andaluz de la Mujer, Olga Carrión, ha destacado “el trabajo y el talento de Luisa Ignacia Roldán”, al mismo tiempo que ha señalado que “a pesar de conseguir lo que ninguna mujer había logrado hasta entonces, ser nombrada escultora de cámara de la corte real, vivió siempre estrecheces económicas”.
Una situación que vivió hasta su muerte, ya que “su éxito profesional no le permitió gozar de una buena posición económica”. En palabras del profesor Roldán, “La Roldana realizó una declaración de pobreza dos días antes de morir, para no dejar cargas a sus descendientes, cuyo texto empezaba con la frase: Temerosa de la muerte, que es cosa incierta...”. Curiosamente, su nombramiento como académica llegó firmado el mismo día de su defunción.
Referente para otras mujeres
Carrión ha señalado que “la escasa documentación sobre ella deja en la sombra muchas etapas de su vida, pero lo que sí es evidente es que es una pionera, una mujer que rompió los estereotipos de la época”. En este sentido, ha subrayado que “es importante que la ciudadanía, especialmente la población más joven, conozca la figura de una de las escultoras más reconocidas de todos los tiempos, su obra y su enorme talento y, así, convertirse en referente para otras mujeres y chicas jóvenes”.
Una escultora “cotizada a un nivel superlativo”, ha señalado Roldán, cuyas obras “son conocidas no sólo en España sino internacionalmente, expuestas en importantes museos como el Hispanic Society of America de Estados Unidos, en la Feria Internacional del Arte de Alemania o en ciudades como Londres, Toronto o Chicago.