La escultora gaditana Ana Rey se ha convertido esta Cuaresma en uno de los temas de conversación entre los cofrades, por sus llamativas esculturas realistas o hiperrealistas realizadas que se abren paso entre la imaginería barroca que predomina en los pasos de misterio de la Semana Santa andaluza y española.
Su obra para particulares y hermandades se encuentra repartida por multitud de ciudades y localidades como Jerez de la Frontera (Cádiz), El Puerto de Santa María (Cádiz), Jaén, Valladolid, Ciudad Real, Córdoba, Tabernas (Almería), Las Cabezas de San Juan (Sevilla), San Lorenzo de El Escorial (Madrid) o Tarancón (Cuenca).
Si en el siglo XVII Luisa Roldán se convirtió en la primera mujer escultora, Ana Rey se ha convertido en la primera escultora en llevar el hiperrealismo a la imaginería religiosa, justamente desde la ciudad donde La Roldana firmó sus primeras obras, en Cádiz.
El misterio de la Sentencia de Valladolid
El próximo 17 de marzo presentará una de sus últimas esculturas, realizada para el paso de la Sentencia de la Hermandad de Medinaceli, en Valladolid. Se trata de la imagen de Claudia Prócula, que se unirá a las imágenes ya entregadas de Pilatos y un centurión romano.
Esta escultura ha sido muy comentada en las redes sociales por su policromía, de estilo hiperrealista. La imaginera habría sido criticada por no seguir las líneas barrocas y neobarrocas que siguen otros artistas contemporáneos.
"Cuando hacía dibujo y pintura también era realista, y cuando empecé en la escultura seguí por ahí, porque era lo que a mí me gustaba", afirma Ana Rey en sus redes sociales. "En ningún momento quise hacer barroco, y seguí el camino que había seguido siempre, lo cual me parece bastante coherente", añade.
Sus imágenes están vivas. La madera parece carne y la policromía al óleo parece piel humana. El acabado es tan minucioso y detallista pueden apreciarse los poros y las manchas de la piel, las pecas o el vello. Utiliza dientes postizos y pelo natural para dotar a las esculturas de mayor realismo.
"Me encasillan como realista, y algunos como hiperrealista. Además, te lo dicen en tono despectivo. Ni siquiera te lo atribuyen como algo que tenga mérito hacerlo así", explica Ana. "Entiendo que no guste, pero creo que debería de respetarse y en muchas ocasiones no es así", responde ante las descalificaciones.
Modelado en 3D
En algunas de sus obras, Rey utiliza la impresión 3D, una técnica muy utilizada en la imaginería actual que consiste en la impresión del modelado digital en un material llamado 'PLA', que sirve como patrón para el posterior sacado de puntos en madera, manual o a máquina.
Esta técnica agiliza el proceso de creación de las esculturas, ahorrando tiempo y dinero en materiales. Para las cabezas, brazos y manos, Ana trabaja con el taller de sacado de puntos de Miguel Ángel González, en Sevilla, donde emplean una máquina con una fresadora.
A través de directos en Twitch o Instagram, Ana Rey explica de una forma muy didáctica, para todos los públicos, cuál es el proceso de creación de sus esculturas. Muestra sus técnicas, sus herramientas y los materiales que emplea para la ejecución de su trabajo.
Desde como ensamblar las maderas para tallar una imagen, hasta el laborioso proceso de policromado final sobre el estucado. Sus casi 18.000 seguidores en Instagram hacen preguntas que la imaginera responde en un lenguaje sencillo, en un tono desenfadado.
Ana ha afirmado a sus seguidores que una de las obras que más ganas tiene de hacer es la iconografía la de la Piedad, "que la hice una vez a mitad de tamaño y me gustaría hacer una a tamaño natural, con los ropajes tallados".
De 10.000 a 40.000 por una escultura
La artista gaditana no ha tenido reparos en desvelar cuál es el precio de su trabajo, variando en función de las horas de trabajo y del material necesario para ejecutarlas.
"Por ejemplo, una Dolorosa de candelero, ponte que ronde los 10.000; un Cristo de talla completa, dependiendo de la iconografía, de si va vestido o no, de si va completamente anatomizado o no, puede estar entre los 15.000 y los 25.000; y si hablamos de una talla completa, con ropaje y todo, pues échale más de 40.000 euros", señala Ana.
Las próximas obras que saldrán de su taller son una flagelación, dos Dolorosas, un niño para el misterio de Medinaceli de Valladolid, un misterio de siete figuras de 70 centímetros para un particular, y una escultura de la Virgen con Jesucristo que representa el encuentro de ambos en la calle de la Amargura.