Sevilla alberga numerosos senderos dignos de recorrer y muy variados en cuanto a paisajes. Sin embargo, hay algunos que destacan por su especial singularidad. Es el caso del que discurre por los castañares de Constantina y desemboca en el castillo de esta localidad.
¿Qué lo distingue? Precisamente, el frondoso bosque que le da nombre. Y es que los castaños no son nada habituales en la provincia. Más allá de en Constantina, apenas hay algunos ejemplares en Cazalla de la Sierra y poco más.
Por eso, es una de los senderos más singulares de Sevilla, ubicado en el corazón de la Sierra Norte. Tiene una longitud de unos 9 kilómetros y es muy sencillo, sin grandes complicaciones, por lo que es ideal para hacerlo en familia.
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Además, combina lo mejor de la naturaleza con dosis de patrimonio e historia, ya que el final del sendero consiste en subir al castillo de Constantina. También parte desde este mismo municipio, pues el camino es circular.
Un sendero sin grandes inclinaciones
El punto de inicio de la ruta es La Alameda de esta localidad. Las señalizaciones indican el comienzo de la ruta. Son fáciles de ver. Primero habrá que ascender durante algunos metros hasta llegar a la parte más singular del camino, la del castañar.
Se trata de un bosque frondoso, que luce hasta en el verano, debido a la gran cantidad de sombra que ofrece. Aunque en otoño brillan los tonos amarillos y marrones de sus hojas, el resto de estaciones también se acoplan a la perfección a este sendero.
Casi todo el recorrido es cómodo, aunque no totalmente llano, salvo el inicio y algún tramo aislado. Incluso tiene una parte final de descenso antes de llegar al castillo, donde sí que habrá que subir.
Bien de Interés Cultural
Desde esta fortaleza que data de la época árabe, se puede contemplar todas las vistas del municipio y de parte de la Sierra Norte. Una experiencia gratificante para culminar el paseo por una de las zonas más particulares de la provincia de Sevilla.
Vista panorámica del castillo de Constantina.
El castillo fue declarado Bien de Interés Cultural en 1985. Hoy en día se mantiene la mayor parte de una barbacana que lo rodeaba por completo. También se conservan dos de sus siete torres.
El origen de esta construcción se remonta a los inicios de Constantina, una ciudad que aúna naturaleza y patrimonio histórico a partes iguales, justo lo que ofrece para los caminantes el sendero de los castañares.