La carrera de Manuel Jesús 'El Cid' se ha caracterizado por su buena estrella. Es decir, por la buena suerte al coger la mejor bolita en los sorteos. Y en su única tarde en Sevilla este jueves de feria con la preciosa y entipada corrida de La Quinta no iba a ser menos.

Muchos de ellos fueron aplaudidos al salir por su bella lámina cárdena y la plaza aparentaba un lleno en sus tendidos. En parte por Daniel Luque, tras su salida por la Puerta del Príncipe, y la atracción de los del encaste de Santa Coloma. Es más, si ayer la de Jandilla desmontaba el mito del "toro de Sevilla" por su preciosa, pero descastada corrida, esta tarde La Quinta de lo ha devuelto.

Sobre todo con ese 'Dorado' que le tocó en primer lugar al de Salteras por su buena estrella. Fue premiado con la vuelta al ruedo y está llamado a ser uno de los toros de la feria por su ritmo, ímpetu, emoción y transmisión desde el capote hasta el final de su muleta a media altura, eso sí. Todo lo que tiene que tener un toro, además de fina guapura por fuera.

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'El Cid' lo vio claro y pronto se puso a torear conectando con el público. Las primeras tandas fueron muy ligadas y de buen trazo, aunque la faena le faltó llegar al cénit porque no lo llevó ajustado en los muletazos ni hasta el final de su cadera, como 'Dorado' pedía y merecía.

Con su gloriosa izquierda de otros años toreó más desmayado y más reunido al alegre de la Quinta. A pesar de eso y de que la espada cayera trasera y baja, el público pidió con fuerza las dos orejas que el presidente con muy buen criterio dejó en una. Se quedó contrariado el veterano matador que volvió el año pasado a los ruedos, y los tendidos, que a veces llegan a ser desconcertantes a la hora de premiar.

Con el cuarto, 'El Cid' estuvo muy valeroso. Fue otro ejemplar de bella estampa que embistió con calidad en el capote, pero que echó el freno en la muleta. El de Salteras optó por las cercanías por la poca fuerza y raza del animal. 

Emilio de Justo lidió en tercer lugar a otro buen ejemplar que sacó su buen fondo en la muleta. Era un toro de apostar en un jueves de feria, de extraerle lo mejor embarcándolo hasta el final del viaje, pero De Justo también estuvo desajustado sin llegar a cuajar una faena que podría haber sido de dos. Se quedó en una y es que la estocada ya de por sí merecía un premio.

Con el sexto sí que estuvo importante el de Cáceres, tras brindárselo a 'El Cid'. Se desmonteró Abraham Neiro tras dos buenos pares, en los que el animal demostró que no iba a ser fácil. Lo puso en apuros y con este sí tiró la moneda porque lo comprometió en algunos compases. 

Cuando le dejó la muleta siempre puesta llegaron los mejores momentos porque le pudo, sobre todo al natural. Vio la recompensa Emilio de Justo, ya que el público premió su trasteo con otra oreja.

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Daniel Luque no ha podido hoy ni inventarse sus faenas ante las escasas posibilidades que le ha brindado su lote. Se desmonteró Iván García con el segundo tras dos buenos pares. Con la muleta puso todo de su parte para darle ese tranco que le faltaba al animal, pero no fue suficiente para que su labor llegara al tendido.

El quinto salió con pocas ganas de embestir. Iba y venía porque el de Gerena se lo pedía, pero poco más y así, con esa mala estrella, en la tarde de La Quinta es imposible. 

Hay toreros como 'El Cid' que torean una tarde y se llevan a uno de los toros de la feria y otros que no tienen forma de conseguirlo aunque toreen cuatro... Lo que está para ti, ni aunque te quites... y vuelvas, Manuel Jesús.