El andaluz es una de las múltiples variedades del castellano que se hablan en España. Como señalan algunos filólogos, es una de las más ricas y diversas, entre otros factores gracias a la historia de su tierra. Por ella han pasado casi todas las civilizaciones.
En cualquier caso, la forma de comunicación en el sur de España no es homogénea. En la región viven casi ocho millones y medio de habitantes. El territorio alberga formas de expresión muy diferentes. No es lo mismo hablar con un jiennense que con un cordobés, aunque lo principal es la voluntad de querer entenderse.
En este ámbito, Sevilla es una de las provincias con más variedad en su repertorio. Hay múltiples expresiones propias que solo son capaces de entender sus habitantes. Algunas ya se han popularizado, tal como sucede con 'miarma'. En casi toda España se conoce así a los sevillanos.
En cambio, hay otras expresiones que pasan más desapercibidas para el foráneo. Son terreno para la sorpresa a la hora de explorar sus calles y relacionarse con sus habitantes.
Es el caso de la palabra babucha, que tiene doble significado. El primero lo refleja la RAE, aunque es en Sevilla donde se usa con más frecuencia. "Calzado ligero y sin talón, usado principalmente en países orientales y del norte de África". En realidad no es más que una zapatilla de estar por casa.
Influencia árabe
Se trata de una muestra de la influencia de la cultura árabe en Sevilla. Dejó huella en el trazado de sus calles, en la arquitectura de muchos edificios y también en gran parte de su vocabulario.
Los sevillanos siempre se ponen las babuchas cuando llegan a casa, pero el significado de esta palabra en la provincia va mucho más allá. Conviene estar atento si se refieren a ti directamente usando esta expresión.
Si un sevillano te dice "eres un babucha", será muy mala señal. El significado que le dan a esta expresión es el de "persona poco útil" o "inservible". Es un sinónimo de "no vales para nada". En sevillano también suena así: "no vales pa na'.
Expresiones como esta es una muestra de que Sevilla es una ciudad muy diferente, incluso respecto al resto de Andalucía. Tiene su propia jerga, incluso hay expresiones que se distinguen entre barrios.
No obstante, no es difícil hacerse entender con los sevillanos, cuyo carácter abierto siempre les invita a acoger a los foráneos que, no obstante, sí deben preocuparse si alguien les llama babuchas.