Cola en la iglesia de la Magdalena.

Cola en la iglesia de la Magdalena. L. V. Sevilla

Sevilla

'Locura' para casarse en la iglesia de la Magdalena: hay sevillanos haciendo cola desde las 12 de la noche

La competencia por los días para celebrar el enlace provoca nervios y aglomeraciones en la puerta del templo.

1 julio, 2024 11:49
Sevilla

Hay sevillanos que han dormido en la puerta de la iglesia de la Magdalena para ser los primeros en conseguir fecha para su boda. El templo abría este lunes su libro fechas para 2025 y la cola llegaba al Hotel Colón.

Luis, uno de los que esperaban a la puerta de la iglesia, no daba crédito. Él ha llegado a las 6 de la mañana pensando que así se aseguraba uno de los primeros puestos. "Ni de broma", se ríe. "Aquí hay una chica que está en la puerta desde las 12 de la noche de ayer", relata.

De hecho, él vino hace dos meses a pedir fecha. Se quiere casar a primeros del año que viene y pensó que reservar la iglesia sería un trámite. "Pero qué va, esto es una locura", señala. Le indicaron que hasta el 1 de julio no se abría el libro de bodas. "Me dijeron que fuera tempranito pero claro, no esperaba esto", indica. 

En la cola hay nervios, pero también colaboración. Dos chicas, que querían la misma fecha han acordado compartir el gasto de flores ese día. No todo es competencia. Ambas se casarán, Dios mediante, el 22 de marzo. Una, a las 12 y la otra a la 1. 

También hay despistados. "Yo he llegado a la puerta de la sacristía de la calle Bailén, pero vi a gente haciendo cola desde mucho antes en la puerta de la iglesia, la que da a la calle San Pablo. Han perdido el tiempo y el turno", cuenta otra persona en la cola. 

Horas en la cola

La locura por conseguir fecha en la Magdalena siguen. Porque quien llegó a las 6 de la mañana sigue, pasadas las 11, en la misma cola. Quien sale, a veces, cuenta la fecha elegida. Un joven, que se quiere casar en mayo, maldice porque la mujer que acaba de salir tiene la fecha que quería. "Le tenía que haber preguntado la hora", se lamenta.

La gente, de todos modos, sabe lo que quiere. Los que estaban ya de madrugada habían llegado con sillas de playa y bien pertrechados. De hecho, en las primeras horas había hasta secretismo con lo que quería cada uno. 

"Cuando yo he llegado los primeros de la cola solo decían el mes que iban a pedir, pero no la fecha", cuenta riéndose. Luego, con el paso de las horas ha llegado la luz del día y la transparencia. "Más tarde sí que han ido diciendo tal o cual día y nos hemos organizado". 

"Uno ha dicho que quería 'antes de verano' que ya ves tú, seis meses de margen", relata otra persona de la cola. Hay fechas libres en los meses más codiciados. Marzo, abril y mayo. Pero se llenan pronto. 

En la cola hay quien se lo toma con filosofía. "Si no es el día que quiero, alguno cerca me vale", indica una chica. Otros tienen más problema. "He oído a uno que decía que lo tenía todo reservado ya para un día que si no conseguía la iglesia para entonces... Un problemón, vamos".