Sevilla

El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, llega a las vacaciones de verano con una agenda cargada. El final de curso será intenso y, cuando normalmente bajan las revoluciones de la política, el popular tendrá que trabajar con ahínco porque tiene por delante fechas claves para su mandato. 

El más inmediato -y más importante- es el Presupuesto de Sevilla para 2024. Tras el bloqueo de la oposición, la ciudad tenía las cuentas prorrogadas. Y eso obligaba a Sanz a trabajar primero con la propuesta que aprobó el PSOE el año pasado cuando aún mandaba en la ciudad; y, en segundo, obligado a acudir al Pleno y la negociación con cada modificación presupuestaria, por pequeña que fuera. 

En esas, y tras un amago de pacto con Vox que quedó en nada, Sanz se sacó de la manda una estrategia que ya llevó a cabo el alcalde de Barcelona, también en minoría como el de Sevilla: forzar una cuestión de confianza y luego una moción de censura ligada a la aprobación de los Presupuestos. 

Con esa estrategia audaz -pero arriesgada, porque ha puesto a la oposición a la defensiva-, Sanz tendrá Presupuesto. Y se aprobará a finales de este, si el calendario planteado no falla.

Con eso, el alcalde podrá empezar a trabajar con las manos casi libres y, más importante aún, podrá prorrogarlas el año que viene si es que la oposición insiste en lo que él ha bautizado como la "pinza de PSOE y Vox" y tampoco aprueban las cuentas de 2025.

Cuentas para 2025

Es importante esto. Porque, con las cuentas aprobadas en 2024 y prorrogadas en 2025, solo le restaría un año para entrar en el año de antes de las elecciones. Tendría las urnas a un tiro de piedra. Y, que llegue cómodo y con unos Presupuestos propios se resuelve en este fin de curso. 

La segunda cuestión clave a la que se enfrenta es la de la regulación de los pisos turísticos. Sanz llevó a Pleno un plan para limitarlos. Pero la oposición lo consideró insuficiente. PSOE, Vox y Podemos-IU votaron en contra. "Sin presentar alternativas", se quejó el Gobierno municipal.

Desde la oposición protestaron. Aseguraron que sí que habían puesto sobre la mesa otra opción: una moratoria a las licencias. Pero Sanz insiste: eso no es posible. Es lo que llevó a la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, a estar imputada. Por ahí no pasa. 

Así pues, este mes de julio será intenso en este aspecto. El Gobierno municipal y la oposición se han emplazado a una cita este mismo lunes que es continuación de la del pasado lunes. no se prevén cambios en la postura de ninguna de las partes. 

Pisos turísticos

Hay otra cuestión más, aparte del Presupuesto y de los pisos turísticos: los veladores. Uno de los caballos de batalla del Gobierno de Sanz -este mismo viernes recordaron la intensificación de las inspecciones- ha cristalizado en una nueva ordenanza que, ahora, tiene que pasar por el Pleno. 

Ahí puede tener problemas. Porque, recuerdan fuentes del equipo de Sanz, hasta ahora la oposición ha bloqueado gran parte de las propuestas que han llevado a votación. 

El alcalde -toda la corporación municipal, en realidad-, tienen un fin de curso que más que un plácido discurrir hasta el agosto de vacaciones es un sprint de negociaciones. Hasta tres metas volantes en el horizonte. Dos de ellas (veladores y pisos turísticos) que pueden prolongarse más allá del verano. Irán a septiembre, casi con toda seguridad.