La Guardia Civil ha desarticulado una macro red criminal que defraudó más de 100 millones de euros en toda España con la venta de gasolina por debajo de precio. La central de esta banda estaba en Sevilla. 

Los agentes han detenido a 46 personas y hay 30 sociedades investigadas. Además, se han bloqueado hasta cien cuentas bancarias y se han intervenido 25 inmuebles, tres barcos y hasta seis coches de lujo. 

La organización, destacan desde el Instituto Armado, contaba con un empleado de banca que les ayudaba a blanquear el dinero que ganaban. Se encargaba, señalan, de abrir cuentas para testaferros donde se ingresaba el dinero que generaban.

"La organización, asentada en Sevilla, vendía ingentes cantidades de producto a un
precio inferior al de mercado en toda España", señala la Guardia Civil, que ha desarrollado esta operación junto con la Agencia Tributaria. 

La banda vendía desde Sevilla el combustible en toda España en diversas gasolineras. Sin embargo, después no pagaban el IVA por ese producto despachado. Ahí es donde saltaron las alarmas en la Guardia Civil y la Agencia Tributaria. 

"Clan familiar"

La organización, señalan fuentes de la investigación, estaba controlada por un "clan familiar afincado en Sevilla". Estos, "apoyados por el resto de los integrantes del grupo, creaban entramados societarios para cada uno de los distintos ejercicios fiscales y de los cuales se valían para cometer el fraude". 

"El modus operandi empleado por la cúpula de la organización siempre se repetía
en el tiempo. La organización se beneficiaba de los resquicios normativos que
regulan la comercialización de los hidrocarburos, constituyendo entramados
societarios con utilización de testaferros que actuaban en calidad de
administradores", señala la Guardia Civil.

Así, "el diseño de los entramados societarios, realizado por la cúpula de la organización, cada vez estaba mejor diseñado. El objetivo era dificultar tanto la labor inspectora, como la investigación".