Sevilla

Con Sevilla a más de 40 grados, el Ayuntamiento y los grupos políticos siguen trabajando a toda máquina. No hay vacaciones de verano porque el curso político, en la Plaza Nueva, no ha terminado. Y no se colgará el cartel de descanso al menos hasta el 8 de agosto, cuando se celebrará el último Pleno. 

En el calendario hay dos fechas marcadas: dos Plenos clave porque uno es sobre el estado de la ciudad y el otro, sobre el Presupuesto municipal para este 2024. A eso se suman otras citas, como la negociación que los últimos lunes mantiene el Gobierno municipal con la oposición para acercar posturas sobre la gestión de los pisos turísticos. 

El curso político, sin embargo, puede dejar algunas asignaturas para septiembre.  La cuestión de la limitación de los pisos turísticos es una de ellas. El propio alcalde, José Luis Sanz, no esconde su desconcierto ante la urgencia con la que la oposición pedía un marco regulador sobre esta cuestión y la laxitud que están demostrando para llegar a un acuerdo. Y critica que el "tripartito bloqueador" impida que la norma avance.

El asunto, de hecho, provocó que PP y PSOE elevaran el tono en el Pleno ordinario de julio. El PSOE se había negado a que se debatiera sobre los pisos turísticos y, sin embargo, le afearon los populares, sacó el tema hasta en tres ocasiones. 

El delegado de Urbanismo, Juan de la Rosa, ironizó durante ese Pleno, tras tres reuniones con la oposición sin avances. "Nos vamos a ver todos los lunes del año", bromeó. 

Pisos turísticos

Hasta septiembre, cuando llegue el siguiente Pleno ordinario, sí que se prevén más reuniones de este tipo. Porque el mismo alcalde ya ha señalado que en Sevilla "no cabe un piso turístico más". De hecho, según indicó el alcalde a EL ESPAÑOL, en el mes en que se negocia la norma que los regule, ya se han dado 90 nuevas licencias. 

Hay más cuestiones pendientes que quedarán para septiembre. Es el caso de la nueva ordenanza de veladores. La misma aún no se ha publicado, por lo que no ha empezado a correr el tiempo para las aportaciones de los grupos. 

Estos, sin embargo, ya tienen el borrador, de modo que el Gobierno municipal espera que hagan aportaciones, cuestión que, aseguran, echaron en falta en la redacción de otras normas claves para la ciudad. 

Veladores

Además de los pisos turísticos y de los veladores, sobre la mesa está para el equipo del alcalde encontrar una solución segura a la procesión Magna que está prevista para diciembre de este año en Sevilla. 

La propuesta que hicieron el Arzobispado y el Consejo de Cofradías contó con la objeción de Bomberos, Policía Local y de Movilidad. Por eso el Ayuntamiento ha iniciado una serie de reuniones con los organizadores de la procesión que dé con una posible solución. Una Carrera Oficial a la inversa es una de las opciones que se baraja. 

En todo caso, el inicio del curso político, que traerá un Pleno cargado con pisos turisticos y veladores, tendrá también una novedad: será el primero que el Ayuntamiento aborde con un Presupuesto aprobado. 

Las cuentas, que Sanz ha conseguido aprobar gracias a una herramienta vinculada a una moción de censura, ha dado sus frutos y ya en agosto se espera que se comience con un amplio zafarrancho de obras, así como con la remodelación del teatro Lope de Vega. 

Tras el verano

Pero eso será tras el verano. Antes hay que ver qué vota cada grupo en el Pleno extraordinario de agosto. Será el día 8 y ahí se verán las alegaciones que se hayan hecho a las cuentas municipales. 

En ese contexto hay dudas. ¿Qué harán los grupos? Su voto no es necesario para que las cuentas salgan adelante, eso está ya garantizado gracias a la estrategia de Sanz. Pero sí que, con su voto, pueden marcar un nuevo marco político en la Plaza Nueva. 

¿Cómo? Vox Sevilla, ahora que está descartado que entren en un Gobierno con el PP por orden de su dirección, podrían pasarse al menos a la abstención. PSOE y Podemos-IU es menos probable que se apeen del 'no', aunque los socialistas, cabe recordar, sí que han apoyado cuestiones puntuales pero claves para la ciudad como las últimas modificaciones presupuestarias que afectaban a Lipasam, por ejemplo.