"Celebrar los Juegos Olímpicos significa evocar la historia" (Pierre de Coubertin). Sevilla y París están unidas por mucho más que 1.736 kilómetros. Incluso antes de que se inventase la electricidad, cuando la lumbre iluminaba los hogares, nos invadía esa misma llama que alumbra el pebetero olímpico instalado por primera vez fuera del estadio, en la orilla del Sena. Las delegaciones desfilaron en barco para mostrar la capital francesa al mundo al aprovechar el paso del desfile por lugares emblemáticos como el Louvre o Notre-Dame. Merveilleux ejercicio de marketing para rentabilizar la XXXIII Olimpiada.
Muchas fiestas tienen como protagonistas a los barcos. La costa española fue escenario de ello hace unos días cuando la Virgen del Carmen salió en multitudinarias procesiones. Otra Carmen, la de Mérimée, protagonizó la ópera de Bizet ambientada en la capital andaluza. Obra dramática en cuatro actos con música del compositor francés y libreto de Ludovic Halévy y Henri Meilhac. Se estrenó en la Opéra-Comique de París el 3 de marzo de 1875. Y luego también está Carmen Sevilla, la de España… Oh là là!
Ambas ciudades están atravesadas por ríos, que a su vez vigilan dos torres: la del Oro y Eiffel. El puente de Isabel II -popularmente conocido como puente de Triana- fue realizado por los ingenieros franceses Steinacher y Bernadet tomando como modelo el ya no presente puente de París llamado Carrousel.
“El Espíritu Olímpico exalta y une en un conjunto equilibrado las cualidades del cuerpo, de la mente y de la voluntad” (Pierre de Coubertin). Tal día como hoy Miguel Induráin consiguió su primer Tour de Francia (1991), después lograría un carrusel de trofeos que lo convertirían en el único ciclista en conseguir cinco Coupe Omnisport consecutivas (1991-1995) y el oro en la contrarreloj de los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, entre otros muchos premios.
El país galo también está presente en los edificios de la ciudad, esculturas, literatura y en acontecimientos históricos. Hasta en las Catedral existe su huella: Liceo Francés, Escuela Francesa, Instituto francés, San Luis de los Franceses… ¡Ô Mère!
Jean Claude Nicolas Forestier (Aix-les-Bains, 9 de enero de 1861 - París, 26 de octubre de 1930), fue un arquitecto paisajista francés que dejó su huella en el parque de María Luisa. Antonio de Orleans, duque de Montpensier e hijo del rey francés Luis Felipe I, y su esposa la infanta María Luisa Fernanda de Borbón, hermana de Isabel II, abandonaron Francia tras la Revolución de 1848. Se dirigieron a Inglaterra y, posteriormente, a España.
El matrimonio se dirigió a Sevilla, y tras residir en el Alcázar, decidió mudarse al Palacio de san Telmo. El 16 de junio de 1848, la venta del palacio al duque y a la infanta fue aprobada por el ministro de Comercio, Instrucción y Obras Públicas Juan Bravo Murillo y la reina. "Lo más importante del deporte no es ganar, sino participar, porque lo esencial en la vida no es el éxito, sino esforzarse por conseguirlo" (Pierre de Coubertin). En 1893 María Luisa Fernanda, donó al Ayuntamiento de Sevilla 18,5 hectáreas de los jardines para que fuesen un parque público.
En los estanques de la capital francesa también nadan los patos. Algunos 'asesinos', como el cisne que 'sembró el terror' en el Parque Central de Tres Cantos en 2021 o el que se sospecha que esta semana acabó con la vida de trece patos en el estanque de los Lotos en el Parque de María Luisa. C’est la vie…
"El espíritu olímpico no es ni la propiedad de una raza ni de una época" (Pierre de Coubertin). Al final, bien. Los ríos unen países, ciudades, cultura y religión. El 8 de diciembre tendremos Magna junto al Guadalquivir en la que participarán ocho de las imágenes con mayor devoción de Sevilla. La provincia contará con 15 atletas en la cita olímpica de París que estarán presente en un total de nueve disciplinas. "“Lo mejor que tienen los sueños es que se pueden hacer realidad" (Pierre de Coubertin). Bon appétit! El verano sigue…