Preparar la casa para el invierno es esencial para garantizar el confort, la eficiencia energética y la seguridad durante los meses más fríos.

Antes de que el invierno se asiente, es importante tener en cuenta varios puntos de nuestro hogar:

Revisar el sistema de calefacción, limpiando los radiadores o los filtros del aire acondicionado, comprobando que no haya fugas y asegurándonos que todo funcione correctamente. Por supuesto tenemos que evitar la pérdida de calor por puertas y ventanas, además de evitar las corrientes de aire. Si vemos que existen huecos los deberemos sellar con burletes o masillas aislantes.

Para los que tienen la suerte de contar con una chimenea, es vital limpiarla antes de encenderla por primera vez.

Aunque tendemos a cerrar todo para conservar el calor, es fundamental ventilar la casa adecuadamente para evitar la acumulación de humedad y la aparición de moho. Unos minutos al día de ventilación cruzada bastan para renovar el aire sin perder demasiado calor.

Si vivimos en chalet, adosados, o casamata nos tendremos que asegurar de que los canalones y desagües estén libres de hojas y residuos, como para los que tienen patios interiores.

Preparar la ropa de cama, sacar las mantas gruesas y edredones, lavar y airear antes de usarlas es recomendable para asegurar un ambiente limpio y acogedor.

Si tienes jardín, terraza o cualquier espacio exterior, es recomendable proteger los muebles o herramientas que no vayas a usar, cubriéndolos o guardándolos en un lugar seco.

Nuestros hogares son como nosotros mismos, tenemos que chequearlos por fuera y luego los vestiremos.

Para encontrar esta tranquilidad muchos decoradores nos recomiendan que vistamos nuestras casas con el estilo Zen, inspirado en la filosofía oriental que busca crear un ambiente de paz, armonía y equilibrio. En un mundo cada vez más acelerado, transformar nuestros espacios en refugios de serenidad es casi una necesidad.

Uno de los principios fundamentales de este estilo es el minimalismo. Se trata de eliminar lo superfluo y concentrarse en lo esencial. En una casa Zen, no hay espacio para el desorden. El lema “menos es más” cobra vida, permitiendo que el espacio respire y ofrezca una sensación de amplitud.

La paleta de colores se centra en tonos neutros, suaves y naturales. Blancos, grises, beiges, y tonos tierra son los protagonistas. Estos colores no solo contribuyen a la calma visual, sino que también evocan la naturaleza y su serenidad. El objetivo es crear un ambiente que no sea sobreestimulante, sino que invite a la reflexión y el descanso. La naturaleza juega un papel fundamente en el estilo Zen.

Materiales como la madera, la piedra y el bambú se integran perfectamente en los ambientes, aportando calidez y autenticidad. Los suelos de madera, las paredes con texturas naturales y los muebles simples de líneas rectas son comunes en este tipo de decoración.

La luz es otro elemento clave. A ser posible suave, difusa y natural. Las lámparas de papel de arroz o los puntos de luz indirecta son opciones perfectas.

Debemos incorporar elementos de la naturaleza, como el agua y las plantas; una pequeña fuente, un jardín interior o bonsáis y bambús añaden vida y frescura al entorno.

El flujo de energía, o “CHI” en la filosofía oriental, es vital en la decoración Zen. Esto se logra mediante la creación de espacios abiertos, con circulación libre de objetos que obstaculicen el paso. Las habitaciones deben estar organizadas de manera que el movimiento sea fluido y armonioso. Esta disposición contribuye a la sensación de libertad y ligereza.

Preparar la casa para el invierno no solo mejora nuestra comodidad, sino que también nos ayuda a ahorrar energía y a prevenir problemas mayores. Adoptar la decoración zen en tu hogar es mucho más que una cuestión de estilo; es una decisión consciente para crear un refugio personal en medio del caos cotidiano. Con un enfoque en la simplicidad, los materiales naturales y la armonía, este tipo de decoración nos invita a desconectar del mundo exterior y encontrar paz en nuestro entorno diario dentro del hogar.

Para tener más armonía vete a bailar con Regla Fal Conde, que después de un largo peregrinar, ha vuelto con más energía que nunca.

También felicitar a la prestigiosa procuradora Silvia de Carrión por su No cumpleaños ya que cada día se la ve más joven.

En la siguiente nos vemos y os seguiré contando que pasó por aquí