El pueblo americano ha elegido a Trump de nuevo. Reconozco que yo también admiré a Trump hace años cuando creía que él escribía sus propios libros sobre negociación, cómo triunfar en los negocios, etc. Sin embargo, cuando asistí a sus debates con Hillary Clinton y vi lo soez y barriobajero que era, preferí que ganase la candidata demócrata a un maleducado que ya entonces enfrentaba distintas causas en los tribunales.
Además, nada más había que ver quiénes eran algunos de sus asesores más cercanos, ex convictos o próximos a serlo. Y se le veía rodeado en aquella primera campaña de miembros del Ku Klux Klan, de los Amigos del Rifle y supremacistas. En los debates de las primarias no dejaba hablar a sus oponentes, aunque fuesen de su mismo partido, refiriéndose a ellos con graves insultos ¡Y los vituperios y humillaciones a los inmigrantes!
Yo admiré a Donald Trump antes de tener más información sobre él, me he alojado en uno de sus hoteles cuando he ido a Nueva York y he visitado otros negocios suyos. Pero cuando salió de presidente la primera vez, me preocupé pues no le importó denigrar e insultar a varias mujeres periodistas u oponentes políticas. No se trataba de hechos aislados, era su comportamiento habitual.
Cuando formó sus gobiernos, entraban y salían constantemente de sus gabinetes máximos responsables de la política americana, como si estuviese en su famoso programa televisivo ¡Está usted despedido! Muchos de ellos han escrito libros muy bien documentados en los que narran las fechorías cometidas por su ex jefe. Sin embargo, como abogado, lo que más me llamó la atención fue el juicio seguido contra su abogado de confianza, Michael Cohen, quien colaboró con la justicia y fue a la cárcel por cometer algunos delitos junto a Trump: lo definió como a un auténtico gánster.
Precisamente, en el juicio en el que ha sido recientemente condenado Trump por un puñado de delitos de falsedad documental, fue esencial el testimonio de su anterior abogado. Ahora, el juez debe hacer pública la pena que impone al nuevo presidente y la forma en que debería ejecutarse. Todo un dilema dado que al ejercer próximamente como primera autoridad habría que decidir si se le suspende esa pena o no hasta que finalice su nuevo mandato.
Trump es responsable del asalto al Capitolio y del golpe de estado que provocó al ser derrotado en las anteriores elecciones por Biden. Sin embargo, esto tampoco parece haber importado mucho a sus votantes. Se dice que los que han elegido a Trump han valorado más la economía y los que han votado a Harris han dado más importancia a la democracia.
Viendo a un hombre que ha sido condenado también a pagar una millonaria indemnización a una escritora y periodista por supuestamente violarla en unos probadores, sentenciado igualmente porque la Organización Trump había sido encontrada culpable de fraude y teniendo todavía pendiente un buen número de juicios, es sorprendente que la mayoría de los estadounidenses se haya decantado por el empresario en vez de por la Vicepresidenta y Fiscal Kamala Harris.
Yo creo que el motivo principal de este resultado en las elecciones americanas es la desinformación de muchos de sus votantes y el extremismo de algunos de sus seguidores, además de la no demasiado brillante campaña realizada por los demócratas unido a los dos atentados contra el candidato republicano.
Es más, aunque Harris era una buena candidata, el haber permanecido Biden en el poder tanto tiempo pese a su deteriorada salud y haber renunciado éste casi a la fuerza, no ha ayudado a que la vicepresidenta haya ocupado el sillón del despacho oval. Me hace gracia cuando muchos, creyéndose a Trump, dicen que es socialista o incluso comunista. Yo desde luego no lo soy y hubiese votado por ella si residiese en los Estados Unidos.
Ahora veremos cuáles van a ser sus primeras decisiones cuando ocupe el sillón de nuevo. Tiene la mayoría en el Senado y en el Congreso. Va a tener un poder casi absoluto y los únicos que lo podrían frenar en dichas cámaras serían los propios senadores y congresistas republicanos. Espero que así sea en decisiones cruciales que se han de tomar respecto a la ayuda a Ucrania, la colaboración con la Unión Europea y la OTAN.
El mundo está en vilo sabiendo qué clase de político estará próximamente en la Casa Blanca dirigiendo la primera potencia mundial y la democracia más antigua del mundo que el mismo puso en peligro ¿Qué pensará Mike Pence, que estuvo a punto de ser linchado sin que Donald se inmutase? ¿Qué pensarán los Bush? ¿Qué pensarán Dick Cheney y su hija? ¿Qué pensarán tantos republicanos que no lo han votado?
Donald Trump tiene ahora la oportunidad de demostrar que no es un peligro para la democracia y la libertad, para ejercer el poder sin aprovecharse del mando y adoptar unos modales propios con la responsabilidad que asume.