El neumólogo Domingo García y el odontólogo José Manuel Martínez. Sevilla
La mayoría lo desconoce, pero el 25% de los andaluces podría sufrir apnea del sueño
Los episodios de apnea se traducen en segundos o minutos de cese total o parcial de la respiración durante el sueño.
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Un 25 por ciento de la población de Andalucía podría sufrir apnea obstructiva del sueño (AOS). Así lo ha afirman desde la Unidad del Ronquido del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa de Sevilla. Sostienen que hay un gran número de personas que la padecen y lo desconocen.
La prevalencia en hombres es de entre el 4 y el 6 por ciento, y en mujeres sería de entre un 2 y un 4 por ciento de la población andaluza.
El neumólogo Domingo García Aguilar, responsable de la Unidad del Ronquido, señala que la roncopatía en sí no es una enfermedad, ya que se produce por la vibración de las estructuras blandas de la garganta.
Sin embargo, señala que, en muchas ocasiones, asociadas a esa roncopatía, van las apneas o hipopneas (cese completo o parcial de la respiración) provocado por el colapso de la vía aérea superior cuando se produce la relajación muscular de dichas estructuras.
"La apnea del sueño consiste en una enfermedad infradiagnosticada porque mucha gente no sabe que la padece", explica el experto.
Según explica García Aguilar, "los episodios van desde segundos a minutos de duración de cese total o parcial de la respiración durante el sueño”. A la vez, afirma que "a todo paciente roncador se le debería hacer una poligrafía respiratoria (prueba de sueño) para valorar si tiene una roncopatía simple o una apnea del sueño".
Síntomas
El médico señala que los síntomas principales son los ronquidos, las pausas respiratorias observadas por la pareja o acompañantes y, en ocasiones, el paciente tiene despertares nocturnos frecuentes e incluso asfícticos.
"Durante el día, una parte de estos pacientes presentan cefalea, cansancio y somnolencia excesiva en situaciones rutinarias, lo que disminuye su calidad de vida", subraya.
Además, la apnea del sueño está asociada a patologías cardiovasculares, arritmias, accidentes vasculares cerebrales y accidentes de tráfico por la somnolencia durante el día que presentan un alto porcentaje de los pacientes que la presentan.
El neumólogo explica que existe una predisposición genética a padecer esta patología, pero que no se trata del único factor registrado, ya que se trata de una afección crónica que se asocia a múltiples motivos.
Entre ellos se encuentran factores anatómicos (sobrepeso, cuello ancho, lengua gruesa, hipertrofia de amígdalas o de úvula), genéticos (hereditarios) y otros como edad avanzada, hábito tabáquico, alcohol, hipotiroidismo, entre otros.
En algunos casos, con la pérdida de peso puede disminuir e incluso desaparecer, y, en casos de hipertrofia amigdalina, con la intervención de las mismas también podría desaparecer (esto es frecuente en niños y jóvenes roncadores).
EL DAM
El tratamiento más conocido es la presión positiva continua en la vía aérea (CPAP, por sus siglas en inglés). Consiste en un dispositivo que genera una corriente de aire que pasa por una tubuladura y por una mascarilla nasal fijada a la cabeza del paciente.
Al entrar por la vía aérea, un flujo de aire continuo a una determinada presión, mantiene la vía aérea abierta cuando el paciente se relaja dormido y así evita la roncopatía y las apneas.
Sus principales inconvenientes son la incomodidad, la sequedad de la vía aérea, las flatulencias y las marcas en la cara de su uso, entre otras.
La alternativa que el Quirónsalud Infanta Luisa ofrece consiste en el DAM o dispositivo de avance mandibular.
"Se trata de un dispositivo intraoral individualizado para cada paciente, que se coloca durante el sueño", indica el odontólogo de la Unidad del Ronquido José Manuel Martínez García.
El objetivo, según explica el especialista, es adelantar "la arcada dentaria inferior evitando el colapso de la vía aérea y, por tanto, el ronquido y las apneas".
Este experto apela a las ventajas del DAM, tales como "la comodidad" y la "facilidad de uso y de transporte". Martínez García insiste en que este tratamiento evita todos los efectos secundarios de la CPAP.
