A pesar de que ya estamos en la recta final de las vacaciones -aunque muchos no tienen esa suerte y las suyas ya han acabado- hay quienes aún buscan un destino de última hora para culminar la temporada estival.
El turismo de sol y playa sigue siendo el favorito para los andaluces. Pero hay algunos gustos que sí han cambiado. Se trata de las actividades que hacer en los días de descanso y desconexión.
Muchos de los veraneantes cada vez apuestan más por deportes acuáticos como paddle surf o snorkel. Aunque hay quien aún se decanta por disfrutar del mar y el sol desde la tumbona, la estampa del mar en calma con tubos de plástico sobresaliendo se ha convertido en una habitual del verano.
Por lo fácil que es y las maravillas que se puede encontrar, en los últimos años no ha parado de aumentar el número de personas que atavían con un tubo de snorkel, unas gafas y, a veces, neopreno y aletas.
Andalucía dispone de un extenso listado con algunas de las mejores playas para ver animales marinos, y Huelva no se queda fuera. La provincia onubense, elegida verano tras verano por miles de veraneantes por su gastronomía y sus playas, esconde rincones perfectos para practicar este pasatiempo de moda.
Que las playas de Huelva sean de arena y estén bañadas por el movido Atlántico dificultan un poco divisar tesoros marinos. Sin embargo, la transparencia y limpieza de sus aguas lo hace posible.
Son varios los puntos del litoral onubense en los que se puede llevar a cabo esta práctica. La playa del Espigón Juan Carlos I o la de Punta del Moral, esta última en Ayamonte, son dos de los lugares donde podrás ver animales marinos. Pero hay una playa onubense que destaca aún más.
El Rompido
Se trata de la de El Rompido. Este pueblo marinero de Cartaya ha sido reconocido por Condé Nast Traveler, una conocida revista internacional de viajes.
El encanto de la localidad onubense rebosa por los cuatro costados. Las casas de pescadores -dignas de cuento- y las barcas varadas en el río lo certifican. También La Flecha, una lengua de 12 kilómetros que constituye el Paraje Natural de Marismas del Río Piedras y Flecha del Rompido, hace honor a su fama.
Pero al pueblo costero se le suma un atractivo más. Ahora, a los veraneantes de toda la vida se les unen los fanáticos del snorkel, quienes cada vez visitan más este rincón de la Costa de la Luz. La amplitud de este arenal permite poder disfrutar de la jornada de playa de una manera íntima y tranquila, sin estar rodeado de sombrillas en la arena ni de bañistas en el agua.
El agua cristalina que caracteriza a esta playa hace posible ver un sinfín de especies marinas como rayas y doradas. Además, uno de los puntos fuertes de este enclave onubense es Piedra Dorada. Se trata de una cordillera submarina que se encuentra enfrente del faro en y la que se pueden verse cangrejos.