Sevilla

Sevilla tiene la habilidad de capturar en sus bares muchos de los sabores de la cocina tradicional. En manos de sus hosteleros se convierten en tapas que son patrimonio de la ciudad.

Una de ellas es el pollo frito de Casa Diego, que sobrevive en su local trianero de siempre, pese a la retirada de sus creadores en 2022. El origen de este bar está en el año 1972, cuando fue fundado por Diego Almonte.

Desde sus inicios siempre fue una taberna muy tradicional, con tapas de toda la vida entre las que destacaba su pollo frito. Hasta la calle Alfarería, donde se ubica el negocio, venían gente de todos los barrios y de la provincia solo para degustar esta receta clásica.

Manuel Almonte, hijo del fundador y su esposa Carmen, asumieron la gestión del local desde los años 90. Pese a que era difícil encontrar un hueco libre en cualquier día de la semana, en 2022 el negocio cerró. El matrimonio decidió jubilarse.

Podía suponer la desaparición de una tapa mítica en Sevilla, pero nada más lejos de la realidad. Pocos meses después, la taberna volvió a abrir con el nombre de Antigua Casa Diego, pero con otros dueños, los propietarios del grupo Las Golondrinas. Tienen otros tres locales en Triana.

El bar fue completamente renovado, pero conservó la receta original del pollo frito, tierno y jugoso, con un sabor inconfundible. Se sirve junto a un puñado de patatas fritas. No es lo único que se mantiene.

Ahora tiene una estética más moderna, pero siguen intactos los azulejos clásicos de su barra, con dibujos de Triana, y uno de los tiradores de cerveza más auténticos de Sevilla. Recrea la Iglesia de Santa Ana.

El tirador de cerveza de Antigua Casa Diego. E.E. Sevilla

Mantiene guisos como la sangre encebollada y las espinacas con garbanzos. Ha incorporado otras especialidades como las castañitas a la plancha o la cola de toro. La ensaladilla de pulpo está entre sus tapas más demandadas. Tienen guisos del día y alguna carne a la plancha. También se sirven desayunos.

El único problema en Antigua Casa Diego es que no admite reservas y es difícil encontrar hueco. Conviene ir temprano para poder encontrar mesa en el interior o la terraza de este bar donde el pollo frito alcanza su máximo esplendor.