Huevos a la flamenca.

Huevos a la flamenca.

Gastronomía

Así se elaboran los huevos a la flamenca: una tapa sevillana, sencilla y rica en proteínas que está lista en 15 minutos

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España cuenta con una extensa tradición culinaria en la que los huevos juegan un papel esencial. Este ingrediente, por su gran versatilidad, se emplea en una amplia gama de recetas, que abarcan desde entrantes hasta platos principales y postres.

Entre estas recetas típicas se encuentran los huevos a la flamenca, un plato tradicional de la gastronomía sevillana, conocido por su sencillez y sabor. Se trata de una receta que combina ingredientes básicos de la cocina andaluza, como huevos, verduras y embutidos, presentados de manera atractiva y colorida. Este plato es típico de bares y tabernas, pero también es una comida casera muy popular.

Este plato destaca entre otros muchos porque refleja la esencia de la cocina sevillana: sabrosa, nutritiva, y fácil de preparar, perfecta para disfrutar en cualquier época del año.

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Los huevos a la flamenca son una receta típica muy sencilla de hacer en tanto que requiere de muy pocos ingredientes. En consecuencia, necesitarás: huevos (son el ingrediente estrella, cocinados al horno o en cazuela de barro, lo que les da una textura suave), verduras (normalmente incluye guisantes, pimientos, cebolla, y tomate, que aportan frescura y color), chorizo o jamón serrano (estos embutidos añaden un sabor ahumado y salado, complementando la suavidad de los huevos) y 
patatas (de forma opcional a veces se añaden como base del plato, fritas en rodajas o en cubos).

En cuanto a la preparación de este plato, hay una serie de pasos que debes seguir para que te quede perfecta la receta. Los pasos a tener en cuenta son los siguientes:

  • Primero, pela y pica finamente la cebolla y los ajos. Lava y corta el pimiento en tiras finas. Pela la patata y córtala en rodajas finas (de unos 3 mm de grosor). Si usas tomates frescos, rállalos o tritúralos. Si prefieres hacerlo más rápido, puedes usar tomate triturado de bote.
  • Luego, calienta una buena cantidad de aceite de oliva en una sartén.
    Fríe las rodajas de patata a fuego medio hasta que estén doradas y tiernas. Luego retíralas y déjalas escurrir sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Resérvalas.
  • En la misma sartén, deja un poco de aceite (unas 3 cucharadas). Sofríe la cebolla picada y los ajos a fuego medio hasta que estén bien pochados y comiencen a dorarse.
  • Añade las tiras de pimiento y cocina hasta que estén blandas. Incorpora el tomate rallado o triturado. Añade sal, pimienta y, si quieres un toque especial, un poco de pimentón dulce o picante.
  • Cocina durante unos 10 minutos hasta que el tomate esté reducido y bien integrado en el sofrito.
  • Añade los guisantes y cocina unos minutos más para que se mezclen bien con el resto del sofrito.
  • Precalienta el horno a 180°C. Coloca una capa de las patatas fritas en la base de cazuelas de barro individuales (o en una fuente grande si prefieres hacer una versión familiar).
  • Vierte el sofrito con los guisantes sobre las patatas, distribuyéndolo de manera uniforme. Coloca rodajas de chorizo y taquitos de jamón serrano sobre el sofrito. Haz pequeños huecos en el sofrito para colocar los huevos.
  • Casca un huevo en cada hueco que hayas hecho en el sofrito. Ten cuidado de que las yemas no se rompan.
  • Introduce las cazuelas en el horno precalentado y hornea durante unos 10-12 minutos, o hasta que las claras estén cocidas pero las yemas aún un poco líquidas. El tiempo de horneado depende de cómo te guste el punto de los huevos, pero es recomendable que la yema quede algo líquida para que al romperla, se mezcle con el resto del plato.
  • Saca las cazuelas del horno con cuidado, ya que estarán muy calientes. Puedes espolvorear un poco de perejil fresco picado por encima para darle un toque de frescura y color.
  • Sirve el plato inmediatamente, ya que se disfruta mejor recién salido del horno.

En algunas versiones, se sustituye el jamón serrano por jamón ibérico para un toque más lujoso. También cabe destacar que, aunque los huevos a la flamenca tradicionales se hacen con guisantes y pimientos, puedes añadir otras verduras como espárragos verdes o alcachofas para darle un toque más personalizado.

Además, si prefieres los huevos más cocidos, déjalos un par de minutos más en el horno, pero vigila que no se sequen demasiado.

En definitiva, los huevos a la flamenca son un plato delicioso y nutritivo, ideal para compartir en comidas familiares o cenas informales. Su mezcla de sabores frescos y embutidos salados, junto con la suavidad de los huevos, lo convierte en una receta irresistible.