Una mujer tomando postre.
El postre típico de Sevilla que no saben hacer en el resto de España: es perfecto para tomar después de comer
- Se trata de un postre típico de Écija, elaborado a partir de yemas de huevo y azúcar, y que es perfecto para acompañar una comida, una merienda o un simple café.
- Más información: Mi plato comodín cuando no tengo ganas de hacer la cena: una receta típica sevillana muy sencilla de hacer
La repostería sevillana es rica y variada, destacando postres que han pasado de generación en generación y que reflejan la influencia de distintas culturas que han convivido en la región.
Se trata de postres que destacan por su sabor y la conexión con las tradiciones religiosas y culturales de Sevilla, como es el caso de los pestiños o de las clásicas torrijas, muy populares en el sur de España.
Sin embargo, cabe destacar que en la provincia de Sevilla, concretamente en el municipio de Écija, se elabora un postre tradicional que se elabora a partir de yemas de huevo y de azúcar y que es muy popular en la zona (y desconocido en el resto de España): las Yemas de Écija.
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Las Yemas de Écija son uno de los dulces más emblemáticos de esta localidad sevillana, situada entre Sevilla y Córdoba. Este manjar forma parte de la rica tradición repostera de la región y destaca por su textura suave y cremosa.
Se trata de un dulce muy sencillo de elaborar en tanto que apenas requiere de ingredientes. De hecho, solo necesitarás los siguientes:
- 10 yemas de huevo
- 250 g de azúcar
- 1 cucharada de agua
- 1 cucharadita de limón (opcional, para darle un toque de frescura)
- Azúcar glas para espolvorear (opcional)
En cuanto a la preparación de este dulce, tampoco supone mucha complicación en tanto que no son muchos los pasos que tienes que seguir. Son los siguientes:
- Preparar el almíbar: En una cazuela, calienta el azúcar con la cucharada de agua a fuego lento, removiendo hasta que se forme un almíbar espeso. Si deseas, puedes añadir un poco de limón para dar un toque ácido que balancee el dulzor.
- Mezcla las yemas: Mientras se hace el almíbar, bate las yemas de huevo en un bol. No es necesario que monten, simplemente que estén bien batidas.
- Cocinar las yemas: Vierte las yemas batidas en el almíbar ya espeso, removiendo constantemente a fuego bajo para que no se cuajen. Cocina durante unos 5-10 minutos, hasta que la mezcla tenga una consistencia espesa y suave.
- Formar las yemas: Con la mezcla lista, deja que repose unos minutos y luego, con las manos ligeramente enharinadas, forma pequeñas bolitas o cilindros con la masa.
- Rebozar en azúcar glas: Una vez formadas las yemas, espolvorea con azúcar glas por encima para darle el acabado final y conseguir un toque brillante.
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Las Yemas de Écija tienen una textura suave por dentro y una capa ligeramente crujiente por fuera, lo que las hace deliciosas y perfectas para ocasiones especiales o para disfrutar con un buen café.
Este dulce tiene una conexión histórica con la tradición monacal de la región, y cabe destacar que su receta puede variar ligeramente en función de la confitería que lo elabore.
En definitiva, las Yemas de Écija se asocian a la tradición repostera monacal, muy común en Andalucía, y suelen encontrarse en las confiterías de Écija como parte de su identidad gastronómica. Son especialmente populares durante las fiestas religiosas, como Semana Santa y Navidad, pero se disfrutan todo el año como un dulce de lujo.
