La Universidad de Sevilla participa en el descubrimiento en Gibraltar de una estructura creada por neandertales
- Según la hispalense, el estudio de esta cueva establece un precedente en la comprensión de la capacidad tecnológica de los neandertales.
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Un estudio científico en el que participa la Universidad de Sevilla (US), ha descubierto en Gibraltar una estructura compleja creada por neandertales. La estructura parece un simple hoyo, y esa sencillez posiblemente haya hecho que no fuera identificada anteriormente.
Sólo a través de multitud de análisis y de la colaboración de un equipo multidisciplinar se ha conseguido demostrar su uso como cámara de calentamiento anóxica.
La US señala que el descubrimiento se ha producido en la Cueva de Vanguard (Gibraltar, Reino Unido), que forma parte del 'Complejo de las Cuevas Gorham's', reconocidas como Patrimonio Mundial de la Humanidad de la UNESCO desde el año 2016.
Este complejo, señalan, "ha vuelto a demostrar que es capaz de preservar auténticas instantáneas de las actividades humanas del pasado debido al rápido avance de una duna que fue sellando sus restos".
Concretamente, se ha descrito por primera vez una estructura que es compatible con los estudios teóricos de calentamiento anóxico. Los eventos anóxicos son períodos en los que grandes extensiones de los océanos se quedan sin oxígeno disuelto, creando aguas tóxicas.
"Tenían habilidad cognitiva"
Para llegar a la conclusión de que esa estructura sólo la pudieran hacer neandertales de hace unos 60.000 años, han colaborado trabajando conjuntamente 31 investigadores de más de cinco países, especialistas en 15 disciplinas distintas. Entre sus ramas de conocimiento se encuentran la paleobónatica, la arqueología, la icnólogía, la geoquímica y la mineralogía.
"Nuestros primos extintos no eran los humanos embrutecidos de la imaginación popular", ha explicado el profesor del departamento de Cristalografía, Mineralogía y Química Agrícola de la Universidad de Sevilla Fernando Muñiz.
"Esta especie de humano se ha demostrado que tenía habilidades cognitivas, como refleja la investigación realizada que muestra el dominio de procesos industriales para fabricar resina como adhesivo para fijar las puntas de piedra a los mangos de las lanzas", añade.
Por otro lado, el director de la excavación, Clive Finlayson, detalla que "los neandertales tuvieron que pasar por una serie de procesos de pensamiento, elegir qué plantas seleccionar y descubrir cómo extraer resina sin quemarlas".
El uso de la resina
Para demostrar que la estructura creada por los neandertales es viable se han desarrollado metodologías e incluso se ha completado un ejercicio de arqueología experimental. Por los indicios geoquímicos y de polen fósil obtenidos se ha interpretado que la resina se obtenía a partir de jaras pringosas (cistus ladanifer) en lugar de abedul, un árbol más raro en latitudes mediterráneas de la época.
Según relatan desde la hispalense, es conocido que, que hasta el pasado siglo XX, de las jaras se obtenía aceite de ládano para ser usado como perfume, jarabe para la tos o como antiséptico con un método muy similar al descrito en el estudio.
Una investigación relevante
Este proyecto, liderado por el Museo de Gibraltar, la Universidad de Murcia y el Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (CSIC), y con la participación de la Universidad de Sevilla, establece un precedente en la comprensión de la capacidad tecnológica y organizativa de los neandertales, abriendo nuevas oportunidades para identificar y analizar estructuras similares en otros yacimientos.
Asimismo, la Universidad de Sevilla añade que todas las culturas, por muy primitivas que sean, han usado pegamentos, resinas y breas obtenidas de distintas plantas debido a sus propiedades mecánicas o medicinales, y los neandertales no eran una excepción.
Esta especie, explican, utilizaba de forma común la brea o pez de abedul como adhesivo para enmangar piezas líticas e incluso como masticables, posiblemente medicinales. Sin embargo, no se sabía cómo podían obtener esta brea.
Compatible con eventos anóxicos
De igual forma, señala que los trabajos teóricos distinguían dos métodos: uno simple y poco productivo, por combustión al aire libre de las cortezas de abedul, y otro más complejo que requiere el calentamiento anóxico de los trozos de abedul.
Es decir, mediante trozos de madera enterrados que se calentaban con un fuego para que exuden la resina y no puedan arder al quedar aislados del oxígeno. Si utilizaban un método u otro tiene además grandes implicaciones sobre su capacidad cognitiva, porque el más complejo requiere de un importante grado de organización y práctica.