Los churros de esta calentería tienen más de 60 años.

Los churros de esta calentería tienen más de 60 años. E. E. Sevilla

Gastronomía

La calentería con más "solera" de Sevilla: tiene más de 60 años y es famosa por la textura y el sabor de los churros

Julia Senra
Sevilla
Publicada

El invierno se acerca a Sevilla. El frío se está dejando sentir en Sevilla. Empieza a ser el momento de desempolvar los abrigos y bufandas más reconfortantes, aunque los más frioleros hace tiempo que ya los sacaron.

Una vez superada la Navidad, se apetecen los planes reconfortantes y tranquilos, incluso desde primera hora de la mañana. Los sevillanos, como buenos amantes del desayuno en la calle, son expertos en ello y tienen múltiples opciones para comenzar el día con buen pie.

Aunque hay quienes no perdonan la tostada, ya sea con mantequilla, aceite o jamón, muchos apuestan por su ración de churros o calentitos, tal como se les conoce en Sevilla.

Los amantes de estos últimos tienen varias opciones en Sevilla para disfrutar de este dulce que protagoniza los desayunos y las meriendas. Pero hay una churrería que destaca sobre las demás. Su fama es tal que una de las guías gastronómicas más prestigiosas de España se ha fijado en ella. 

La emblemática Guía Repsol le echó el ojo a la churrería San Pablo y le otorgó con un "solete con solera".

La calentería con más solera de Sevilla.

La calentería con más "solera" de Sevilla. E. E. Sevilla

Estos reconocimientos iban destinados a aquellos bares, restaurantes y cafeterías que siguen manteniendo la tradición y esencia popular a pesar del paso de los años y la llegada de la cocina de vanguardia.

Desde 1960, San Pablo lleva vendiendo calentitos en el número 20 de la calle Murillo, en pleno corazón de Sevilla. Los churros más vendidos son de rueda y completamente artesanales, aunque también los hay de patata. Hay pocos sevillanos que no sean conocedores de las reliquias gastronómicas de esta calentería, y muchos menos que no sepan la fama que a la misma le precede.

Para los amantes del salado

Los churros de San Pablo han conquistado el paladar de más de uno. Los clientes aplauden principalmente dos cosas, el sabor y su textura. Además, la abundante cantidad de este dulce típico y el espesor y sabor del chocolate que se sirve como acompañante, invitan a probar -o repetir- este manjar.

Pasear por el centro de Sevilla con un cartucho de calentitos en la mano es uno de los placeres de la vida. Pero también lo es degustar este desayuno o merienda sentado en una terraza.

Por esto mismo, San Pablo ofrece las dos posibilidades. Para quienes prefieran relajarse con vistas a la plaza de la Magdalena, el Bar Stratos, justo al lado, en la calle Murillo, permite degustar los churros en sus mesas altas.

Para los amantes del salado, esta calentería también tiene algo preparado. Y es que aquí se venden unas de las mejores patatas fritas de toda la ciudad. La manera de hacerlas es la tradicional. Primero se cortan en finas rebanadas y luego se fríen, dando como resultado una fina lámina crujiente y dorada.