La madre de Francisco Granados ha agredido en la mañana del miércoles a un equipo de 'Las Mañanas de Cuatro' que había acudido a grabar a la puerta de la finca de Valdemoro propiedad del exalcalde de la localidad y exvicepresidente de la Comunidad de Madrid. Como ha revelado el sumario de la 'trama Púnica', en su interior los investigadores han localizado cabezas de toros y cornamentas de ciervos que serían pruebas de regalos y cacerías por parte de empresarios relacionados con la red de corrupción.
La mujer ha interceptado al equipo a la puerta del reciento exigiendo que no la grabaran. Les ha lanzado un objeto de gran tamaño que ha recogido del suelo para apartarlos. Cuando los reporteros han contestado que estaban en la vía pública, ha golpeado directamente a la cámara y luego ha cargado contra la periodista Marta Ventura. "Vas a grabar a tu padre", ha repetido, golpeándola primero en la mano que sostenía el micrófono y después abofeteándola en la cara.
Como se ha podido comprobar posteriormente en la conexión en directo, la mujer ha continuado montando guardia ante la finca apostada junto a su coche para evitar que los periodistas se acercasen más.
La finca de Valdemoro, según los investigadores, es donde Granados recibía a sus socios y hacía ostentación de sus trofeos. Está situada a dos kilómetros del chalet de sus suegros en el que la UCO encontró un millón de euros en efectivo, y en las cercanías de un restaurante en el que la trama celebraba encuentros y fiestas en un apartado.
En su interior, además de un diploma por la concesión de la Cruz de plata al Mérito de la Guardia Civil que la Audiencia Nacional le arrebató después y un capote personalizado, hay dos cabezas de toro de la ganadería Miura. El primero de los astados es “Rompelindes”, lidiado por el diestro José Prados, “El Fundi”, en la Maestranza de Sevilla el 17 de abril de 2005. El otro es “Saltador”, lidiado en esa misma corrida por Juan José Padilla.
Según Ventura, han hecho un segundo intento de hablar con la mujer en el que se ha producido otra agresión que esta vez no ha quedado grabada. "Me ha quitado el micro, me ha quitado la esponjilla, incluso ha tirado mi libreta por los aires" - relata.