Francisco Granados decidió abrir una cuenta en Suiza unos días después de ser proclamado alcalde de Valdemoro (Madrid) en 1999. En ese momento dijo que su dinero provenía de una herencia paterna. Llegó a acumular 1,6 millones de euros hasta que en 2007 decidió poner punto y final a la ocultación de su dinero en el extranjero. La razón de no querer seguir ocultando sus fondos era el “miedo” a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.
En esas fechas, Granados ya era consejero madrileño y su carrera política iba en ascenso. “No se encontraba muy cómodo con su cuenta en Suiza. Me repitió a menudo que tenía miedo que le preguntaran si tenía una cuenta en Suiza, concretamente por parte de su superior en política. Le dije entonces que en estas circunstancias, si no quería mentir, era mejor cerrar la cuenta ( ... )”, explicó la gestora del BNP Paribas, Fabienne Guignard, en su declaración como testigo ante el fiscal suizo.
La causa contra Granados y su socio, David Marjaliza, nace de una investigación abierta en el país helvético al sospechar que los ingresos que estaba haciendo Marjaliza en sus cuentas provenía de dinero no justificado. De sus pesquisas llegaron a la conclusión de que a pesar que Granados cerró su cuenta en 2007, seguía detrás de los movimientos del empresario amigo suyo.
Guignard explicó al Ministerio Público suizo que Granados utilizaba a “su amigo” para realizar operaciones en su cuenta, denominada 'Laiker', para evitar que su firmaba apareciera en tales movimientos, dado el miedo que tenía a que le descubriesen. “La prueba de ello es que era su amigo el que llamaba para las operaciones de bolsa de su cuenta en Suiza”, señaló en el marco de la investigación del país helvético.
Aguirre fulminó a Granados
Esperanza Aguirre fulminó a Francisco Granados por sorpresa como secretario general del PP de Madrid en noviembre de 2011 en el comité regional del partido. En su lugar colocó a Ignacio González, entonces vicepresidente regional y eterno rival del ahora encarcelado. La presidenta explicó que lo hacía por "falta de confianza". Tan solo media hora antes de que comenzara la reunión comunicó al interesado su baja, que no se esperaba el despido.
La caída en desgracia de Granados en la Comunidad de Madrid comenzó tras las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2011. Aguirre le quitó la Consejería y a cambio le ofreció la portavocía del PP en el Parlamento madrileño, pero Granados lo rechazó. Entonces la presidenta de la Comunidad de Madrid y del PP regional apostó por González y dejó caer a Granados, que hasta entonces había sido su vicepresidente segundo y consejero de Presidencia, Justicia e Interior.
La propia Aguirre ha tenido que declarar este año en la comisión de investigación abierta en el seno de la Asamblea de Madrid sobre corrupción durante su época de presidenta y no ha ocultado la decepción que siente por el que fuera alcalde de Valdemoro. De hecho, Aguirre hizo una defensa cerrada de los 33 años que ha desempeñado cargos públicos. "Mi carrera política es larguísima y he manejado más de 200.000 millones de euros. He nombrado más de 500 altos cargos y dos me han salido rana. De momento dos, y ninguno ha sido condenado. El señor (Francisco) Granados, que ya saben dónde está, y el señor (Alberto) López Viejo).
Aguirre renunció a la Presidencia del PP madrileño el 14 de febrero de este año por "la gravedad" de las acusaciones de financiación ilegal en su partido. La retirada llegó tres días después de que la Guardia Civil registrara la sede y más de un año después de que Granados entrara en prisión.
Utilizó información privilegiada
Granados, que se encuentran en prisión incondicional desde octubre de 2014 por diversos delitos relacionados con la corrupción y el blanqueo de capitales, envió a Suiza dinero que, según la investigación proviene de comisiones ilegales, y ese dinero lo invirtió en operaciones de bolsa.
Suiza sospecha que esas operaciones de compra venta de valores, ordenadas por Marjaliza en nombre de Granados, las llevó a cabo gracias a la información privilegiada obtenida por sus cargos en la Comunidad de Madrid y como secretario general del PP madrileño.
En la documentación remitida por las autoridades suizas del BNP Paribas, queda reflejado cómo Granados utilizaba a Marjaliza, cuyo nombre en el banco eras Sheraton. "Según llamada de Sheraton (amigo de Laiker) a Fabienne (....) compra 4.100 acciones de Repsol a 24,23”. Respecto al resultado de las operaciones de compraventa de acciones, los investigadores suizos aseveran los siguientes extremos: “Ciertos beneficios realizados en operaciones de carácter especulativo son bastante importantes, habida cuenta de los breves plazos de mantenimiento de las acciones (a menudo comprendidos entre 1 y 30 días solo)”.
Estas operaciones se efectuaron desde julio de 2005, cuando Granados acababa de acceder, a finales de 2004, a un puesto de alto rango en el Gobierno presidido por Aguirre y había sido nombrado secretario general del Partido Popular de la Comunidad de Madrid.
Ante estas evidencias, la Fiscalía suiza no puede descartar que Granados y Marjaliza “probablemente a través del primero, pudieran haber gozado de un acceso privilegiado a información relativa a dichas sociedades, cuyas acciones fueron objeto de operaciones especulativas (...) ".
12 millones en 130 transferencias
Cuando la mano derecha decidió cerrar su cuenta, la operación que decidió llevar a cabo fue que Marjaliza asumiera su cuenta y simular con éste una compra venta de un inmueble para repatriar todo su dinero escondido en Suiza y devolverlo blanqueado. “Llama la atención de los investigadores suizos el hecho que Marjaliza (empresario inmobiliario sin conocimientos financieros) gozara de un poder de gestión sobre una cuenta de Granados (ex director de análisis financiero de Societé General) y no al revés”, recoge un informe de la Guardia Civil que consta el el sumario del 'caso Púnica', y al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL.
La Guardia Civil refleja en su informe que desde 2000 a 2011 las cuentas tituladas y cuyo beneficiario efectivo eran Granados y Marjaliza fueron abastecidas mediante más de 130 transferencias de fondos por un importe total entorno a los 12 millones de euros. Los ordenantes de estas transferencias de fondos fueron identificados en la mayoría de los casos resultando comunes en la mayor parte de las ocasiones para ambos.
Según Suiza, el mayor incremento en la tendencia de envíos de fondos a Suiza ocurre entre los años 2005 y 2008, período de mayor expansión del sector de la construcción en España. Finalmente en 2012 los investigados habían enviado a Suiza una cantidad conjunta global de unos 12,9 millones de euros.
Parte del dinero llegaban a sus cuentas a través de operaciones de compensación, en las que utilizaban a otros españoles con cuentas en Suiza que querían recuperar dinero en efectivo para, a través de los gestores, entregarles dinero en España y a cambio hacían transferencias de sus cuentas a Marjaliza y Granados. En esta operativa participó, tal y como adelantó este diario, la duquesa de Alba, fallecida en 2014, y por lo que no se podrá actuar penalmente contra ella.
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