Hay dos enigmas que @masaenfurecida se lleva consigo después de anunciar abruptamente su cierre tras cinco años sacudiendo la Red española como la cuenta más virulenta de humor sarcástico. La primera es qué intentaba conseguir. Era tan incómoda con sus enemigos como con sus seguidores, a los que bombardeaba con tuits intencionadamente molesta. La segunda es quién estaba detrás. Las teorías de la conspiración brotaron desde un primer momento.
La más asentada es la que acusaba a El Terrat, la productora de programas como Salvados, de mantener la cuenta. La propia Masa Enfurecida alimentó el mito con un tuit equívoco. Periodistas como Ignacio Escolar y Arcadi Espada ha sido acusados de mover sus hilos. En 2011, cuando Twitter debutaba como medio de comunicación masivo en España, el ahora director de eldiario.es se lo tomaba como un halago.
Cuesta creer el nivel de popularidad que alcanzó una cuenta que a día de hoy había quedado encasillada en un nicho político radical. Los medios se peleaban por entrevistar a sus esquivos creadores. Rolling Stones, mito de la cultura popular, no se atrevió a publicarlo. En Malasaña se veían camisetas de Masa Enfurecida. De aquél fenómeno brota una nueva atribución que se ha popularizado a raíz del cese de la cuenta por no querer identificarse ante Twitter: que sus responsables son dos veteranos en la Red, El Hematocrítico y Noel Ceballos. Ambos han conversado con EL ESPAÑOL para desterrar los rumores que les atribuyen falsamente la paternidad de la cuenta.
El rastro de FocoForo
Miguel López, 'El Hematocrítico', no es Masa Enfurecida. Así lo confirma a EL ESPAÑOL. Pero sabe quiénes son. No lo dirá por respetar su confidencialidad. No seguía la cuenta: "Me cargaba tanta política" - explica. "No es mi estilo de humor". Aunque últimamente se ha metido en batallas tuiteras con el PP de A Coruña, niega tener un síndrome de 'Doctor Jekyll y Mr. Hyde' que le llevaría a descargar su frustración política en tuits enfurecidos.
Este profesor de primaria gallego logró la fama online con su blog en el que mezcla las curiosidades de Internet y la divulgación con un punto de humor. En un reciente post detallaba la más de una docena de colaboraciones que mantiene con medios, sin contar sus redes. ¿De dónde sacaría el tiempo, pregunta divertido, de escribir los más de 74.600 clics que ha sumado Masa Enfurecida?
Reconoce sin embargo que los echará de menos. "Estaban ahí desde el principio", rememora. Le gustaba el 'troleo' por el 'troleo', es decir, la provocación indiscriminada a grupos aleatorios: los gallegos, los andaluces, los usuarios de Linux, pero también los celíacos o los fibromiálgicos... ¿No había un punto de crueldad en todo ello? "Siempre lo entendí como una parodia" - lo justifica. "Era divertido ver enfadarse a quienes no veían la diferencia".
El rastro de Masa Enfurecida conduce inevitablemente a FocoForo, un espacio ya desaparecido. Pero en 2011 era el sitio en el que había que estar, el lugar de intercambio más estimulante. "Decíamos que había que entrar con libreta", recuerda El Hematocrítico. "Era nuestro Facebook de entonces". Se recomendaban películas, libros, novelas gráficas. Ahí conoció al director de cine Nacho Vigalondo que, recién estrenado su éxito Los Cronocrímenes, se acercaba a ser el mayor tuitstar del panorama patrio con 50.000 seguidores.
FocoForo espoleó a Masa Enfurecida con hilos en los que recogían sus tuits favoritos. Era un auténtico fenómeno fan. Un usuario, Nacho MG, diseñó la camiseta de Masa Enfurecida que se vendía en la tienda del foro. ¿Participó directamente El Hematocrítico en los inicios de la cuenta? "Habré puesto mi granito de arena con alguna opinión, pero nada especial. ¡Yo sí creo que el gallego es un idioma!"
El affaire Vigalondo
El foro fue un lugar privilegiado desde el que seguir la primera polémica de entidad en las redes sociales hispanas. Para celebrar sus 50.000 seguidores, el director de cine interpretó un papel de genio del mal que revelaba conspiraciones, entre ellas, que el holocausto era un montaje. A algunos no les gustó y Vigalondo reaccionó desafiante. La polémica creció y el diario El País terminó rompiendo su relación con el cineasta.
La reacción a ese primer ultraje público pudo inspirar el tono y el estilo de Masa Enfurecida. "A mí siempre me pareció un maremoto increíblemente contradictorio, aunque entiendo que es muy posible que esa fuera la intención" - explica Noel Ceballos a EL ESPAÑOL vía correo electrónico. "Empezó siendo una reacción a los linchamientos tuiteros, pero acabó instigando algunos ella misma".
Noel tampoco es Masa Enfurecida. Este redactor de GQ y compañero de 'fechorías' de El Hematocrítico en podcasts sobre televisión frecuentó el hilo de FocoForo sobre los tuits de Masa Enfurecida y llegó a entrevistar a sus creadores para su libro Internet Safari, pero a día de hoy tampoco la seguía. La considera un pilar de Twitter nacional que "parecía que iba a durar siempre", aunque reconoce que no echará de menos su torrentera de retuits.
"Había ocasiones en las que defendía a los débiles para, acto seguido, hacer humor con ellos - explica. "No sé si el objetivo era hacernos reflexionar sobre la facilidad que tenemos todos en formar parte de una turba digital o si, directamente, era una celebración de eso. En cualquier caso, parecía que siempre iba a estar ahí. Y ya no está".
¿Han actuado las personas tras Masa Enfurecida con cobardía? La cuenta se ha despedido tras el requerimiento por parte de Twitter de que le proporcionen un teléfono de contacto, una medida reclamada por la cantidad de reportes de abuso que recibía. ¿Temen ser objetos de denuncias por injurias, o pasar a ser un centro de la polémica como el concejal madrileño Guillermo Zapata?
"No creo que ellos quieran ir para concejal" - bromea El Hematocrítico. "Si quieren encontrarnos algo, nos lo encontrarán a cualquiera". Ceballos no descarta que el mayor escrutinio y la sensibilidad exacerbada hacia las redes sociales hayan hecho mella. Pero, esencialmente, cree que ha sido un pretexto para hacer mutis. "Inventaron algo en su momento, pero no sé si tenía sentido seguir con ello. Yo me inclino más por la teoría del agotamiento: ¡llevaban años y años con lo mismo!"
FocoFoco murió de éxito. "Fue como cuando un bar se pone de moda y hay tanta gente que ya no puedes ni hablar" - lo describe El Hematocrítico. A la cuenta más crispante de Twitter en España, con sus diferencias, le ha llegado el momento de seguir ese camino y llevarse su leyenda negra consigo.
"Al final, y pese a todo, realmente no sé quién era Masa Enfurecida - concluye Ceballos. "O, mejor dicho, sí lo sé: era una cuenta de Twitter que sacaba lo peor de nosotros mismos. Ponerle un nombre y un apellido me parece irrelevante. Y si hay rumores, son mejores los que que apuntan a personas famosas, no a un perfecto don nadie como yo. Siempre mola más pensar que Jack el Destripador fue un médico real, cuando no el propio príncipe Alberto".
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