La empresa ya advirtió hace algunos días que las novedades estaban al caer, y no se han hecho esperar mucho. Durante los últimos meses, Instagram ha rastreado la actividad de una parte de su comunidad para conocer al detalle su experiencia de uso. Saber qué fotos les gustan más, en cuáles dejan sus comentarios... El objetivo es tener la suficiente información para poder filtrar el contenido y dar prioridad a las imágenes que, según sus conclusiones, más interesantes podrían resultar a cada usuario.

El orden cronológico ya no es lo único que cuenta. Poco importa a qué hora se publica una foto o quién es su autor: si sueles dar un like o comentar los contenidos de un determinado instagrammer, las suyas serán las primeras imágenes que te aparezcan cuando abras la app. Se trata de un timeline más parecido al que tenemos ya en Facebook, con filtros y jerarquías determinadas por un algoritmo.

Aunque la actualización aún no ha llegado a todos los usuarios (aseguran que se extenderá en las próximas semanas), ya son muchos lo que se han topado con este nuevo feed, y su reacción no ha sido la que Instagram esperaba.

Si bien la empresa ha introducido este cambio alegando que hasta un 70% del contenido interesante caía en saco roto por culpa de la saturación, sus argumentos no han convencido a muchos de los fieles de la app. No han sido pocos los que han puesto el grito en el cielo exigiendo la opción de regresar al anterior orden cronológico.

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En marzo, cuando Instagram anunció algunas de las novedades previstas en su hoja de ruta, ya se originó un gran revuelo a cuenta de los usuarios que empezaron a pedir a sus seguidores que activasen las notificaciones. Así, cada vez que subieran una instantánea, la plataforma avisaría a sus fieles de la existencia de un nuevo contenido. Tendrían que acostumbrarse, eso sí, a que la app inundase sus móviles de notificaciones como ya hacen, por ejemplo, Facebook o Twitter.

En aquella ocasión, los responsables de Instagram tuvieron que salir al paso para calmar los ánimos de los usuarios asegurando que no se había realizado modificación alguna sobre el algoritmo. Lo que más temían los entusiastas de la plataforma, y de lo que más se quejan ahora que se está aplicando la medida, es que los perfiles más famosos se vieran beneficiados en exceso y se perdiera en cierto modo la esencia de la aplicación: descubrir fotos interesantes sea quien sea el autor de la instantánea.

En cualquier caso, la estrategia que Facebook quiere trasladar a Instagram no está recibiendo una acogida precisamente calurosa. Algunos hashtags que están cobrando fuerza en Twitter, como  #RIPInstagram, #keepinstagramweird o #KeepInstagramChronological, o la campaña en Change.org para salvaguardar el orden cronológico a la hora de mostrar las fotos parecen indicar que los responsables de la plataforma han escogido la senda equivocada.

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