Mark Hughes y su hermano Corey participaban en la marcha contra la violencia policial en Dallas cuando escucharon los disparos. Inmediatamente, Corey le indicó que entregase el rifle que llevaba en la mano. El arma, que puede ser adquirida y llevada legalmente en Texas, estaba descargada: según los Hughes, querían demostrar su apoyo a la Segunda Enmienda que establece su derecho a portar armas.
Al mismo tiempo, el Departamento de Policía de Dallas acababa de convertir a Mark en el hombre más buscado del país. "Este es uno de los sospechosos. Por favor, ayudadnos a encontrarle", aseguraba la cuenta oficial de las autoridades unas dos horas después del ataque. Hughes, vestido con ropa de camuflaje y empuñando el arma, era el único sospechoso identificado.
"Dijeron 'sospechoso', no persona de interés" - denuncia Corey Hughes. Se trata de dos conceptos legales distintos en EEUU: una "person of interest" en un caso es alguien que puede contribuir a la investigación, como un testigo, sin que se impliquen cargos en su contra. Al usar el término "suspect", la Policía de Dallas le señalaba como presunto culpable.
"Cualquiera podría haberme disparado"- comentaba Hughes a la televisión local, todavía conmocionado tras salir del interrogatorio en comisaría. "Estaba ahí abajo, a pie, porque había un bloqueo de carreteras. Es una locura".
Un vídeo compartido por el medio local Dallas Morning News mostraba el momentos en el que Mark Hughes a instancias de su hermano entregaba el arma. "Hace 14 horas un joven que tenía un permiso de conducir murió por disparos por parte de la policía" - clamaba Corey, mencionando el caso de Philando Castile. "En cuanto oí los disparos le dije a mi hermano que entregase el arma porque no quería que ocurriera un accidente".
En aquel momento todavía no sabía que lo consideraban sospechoso y el trato con los agentes, pese a la tensión del momento, fue cordial. "Nos reíamos, bromeábamos" - recuerda Mark.
Pero para la prensa de todo el mundo y para las autoridades seguía siendo el único sospechoso identificado. Media hora después de lanzar el mensaje, la Policía de Dallas compartió una nota de prensa en la que informaba de que el hombre de la fotografía se había entregado voluntariamente.
Sin embargo, la cordialidad terminó en el interrogatorio, relata Mark. "Me mintieron. Decían que tenían vídeos en los que se me veía disparando, testigos contra mí". Durante 30 minutos la Policía presionó a Hughes para obtener una confesión. "El sistema va contra tí", denuncia. Cuando reclamó su ropa y su arma, asegura, le volvieron a esposar.
Un 'hashtag' para rehabilitar a Mark
Al conocerse la liberación sin cargos del considerado como primer sospechoso, el hashtag #MarkHuguesIsNotASuspect se ha convertido en tendencia para intentar rehabilitar su imagen.
"Nuestra imagen se ha compartido por todo el mundo por las redes sociales. Nos están llegando amenazas de muerte desde todos los rincones" - lamenta Corey. Él es uno de los organizadores de la marcha. "En cuanto oímos los disparos nos acercamos a la Policía para preguntar en qué podíamos ayudar. Nuestra marcha era pacífica".
"Entendemos que los agentes de Policía son humanos pero nosotros también" - continúa. "Mi hermano ha podido morir por el error de alguien".
Aunque Mark Hughes ha quedado libre sin cargos, la Policía no ha emitido ningún comentario al respecto y de hecho su fotografía sigue colgada en sus redes sociales. "Me han dicho que no lo harán hasta que termine la investigación".
"No nos vamos a ir de Dallas, y no vamos a dejar de manifestarnos" - asegura Corey. Sobre las amenazas, enarbola de nuevo la Segunda Enmienda. "Tengo derecho a llevar armas y protegerme. Si alguien viene a por mí o a por mi hermano a mi casa, me defenderé".