Imagina que estás en el Taj Mahal, en la India. Vas a capturar con tu cámara ese instante para alardear de tus vacaciones en las redes sociales pero, entonces, un ser extraño surge de la nada. Tú no lo ves, pero el cazador de pokémones sí. Él quiere hacerse con todos, ya sea en la India o en Fukushima, e irrumpe de forma inesperada mandando al traste tu momento. Para evitar que se den este tipo de situaciones, surge Pokémon Free Zone, una plataforma que pretende proteger distintos enclaves 'sagrados', que son Patrimonio de la Humanidad, de la invasión de estos bichitos.
"Se trata de una acción global y sobre todo comunitaria", explica Patrycja Zbierska a EL ESPAÑOL. La portavoz de Sociedad Geográfica de las Indias, la agencia de viajes detrás de la iniciativa, recalca que quieren servir de altavoz para quienes aún recuerdan el sentido común y los comportamientos éticos.
La web en español (próximamente, en inglés) recoge firmas para pedir "un mundo más humano". O yendo al grano: que los jugadores respeten no sólo los espacios reconocidos por la UNESCO sino también sitios peligrosos o instituciones públicas como son los hospitales y los centros educativos.
La iniciativa es además una de las primeras a nivel mundial que en un sólo espacio busca reunir a todos aquellos críticos con el juego. "Hemos visto pleitos y alguna demanda particular. Casos pequeños, pero nada como la plataforma".
Aprovechando la ociosidad estival, el juego vive una segunda época dorada -fue lanzado en los años 90- que se palpa en las calles. Las empresas, muy conscientes de ello, se suben a la ola. Sin embargo, la obsesión por coleccionar pokémones ha provocado la prohibición de la 'app' en el museo Auschwitz-Birkenau, dedicado al icónico campo de concentración nazi. No es el único caso: en la central nuclear de Fukushima, los trabajadores tampoco pueden jugar.
"No perder el sentido común"
La iniciativa incluye además una carta al presidente de Nintendo, el Sr. Tatsumi Kimishina, aunque los creadores de Pokémon Free Zone son conscientes de que son los desarrolladores los responsables de modificarlo. "Nintendo puede mejorar el juego mejorando la experiencia de quienes no somos usuarios", reza la misiva.
¿Y si Nintendo no responde? "Sería una pena. Hay soluciones tecnológicas y necesidad de una respuesta social", dicen los responsable. De momento, no tienen respuesta pero insistirán ¿Y si persiste la inacción de la compañía de videoconsolas? "Al menos habremos mostrado nuestro descontento, que somos conscientes de lo que pasa. No hay que perder el sentido común".
Por el momento, la web -con apenas un día de vida- registra más de 240 firmas que suscriben la carta a Nintendo. Triunfa también el formulario para pedir ser excluido del juego: la isla de Pascua, en Chile, y Buenos Aires, en Argentina, son dos de los destinos internacionales que se han unido. Sin necesidad de ir tan lejos, el Palacio Real de Aranjuez también se ha sumado a la petición.
De cara al futuro, Pokémon Free Zone ya está ideando una segunda fase. "Tocaremos la puerta a las organizaciones locales sin acceso a internet", comentan los organizadores ¿Y qué pasa con la realidad aumentada, es la 'mala de la película'? "Debe permanecer y evolucionar. Es increíble que antes fuera algo exclusivo. Tenías que pedir cita para experimentarla y ahora la tienes en el móvil. Puede hacer viajar a alguien que no puede moverse, emplearse en museos para mostrar la historia", reflexionan sus creadores.
Noticias relacionadas
- Croquemon Gou: el concurso gaditano que propone salir a la caza de la croqueta
- Cómo gana dinero Pokémon Go, una mina de 10 millones al día para sus creadores
- El vídeo en el que Metallica lo da todo con el tema de Pokémon (y otros montajes épicos)
- La estrella japonesa de Río se gasta 4.000 euros jugando a Pokémon Go (y no caza ninguno)
- Pokémon GO: guía de trucos y consejos para ser el mejor entrenador