Risto Mejide publicó hace un año una columna en El Periódico que, en realidad, era una carta de amor a su novia youtuber. Ahora, el conocido y otrora ácido personaje televisivo ha decidido poner imagen a sus palabras con un vídeo en el que aparece su novia en bucle -una y otra vez, y otra vez, y otra vez- mientras declama la azucarada y popular carta. No confundir con la última campaña de Women’s Secret.
Nosotros, curiosos por naturaleza, hemos decidido descifrar los mensajes ocultos que Risto ha querido dejar para sonrojo y posible ataque de hiperglucemia de la humanidad.
Mía. Sólo mía. Miísima.
Traducción: Por si no queda claro a quién asegura el poeta que pertenece esta muchacha, un poco de orín sobre el diccionario inventándome un 'palabro' como 'miísima' insiste en la idea subyacente de la carta: “no me dejes, por favor”.
Mi máxima aspiración es convertirme en tu hogar, ese sitio al que siempre quieras volver.
Traducción: Bienvenida a la Dictadura Independiente de tu casa.
Aún cuando en la planta de tus pies traigas arena de otro mar.
Traducción: O tiene auténtica aversión a la pegajosa arena de playa o este ‘versaco’ podría recordar a aquel ‘y que no me digan en la esquina tititiriri tirititiri’...
Si quieres a alguien, no es que lo dejes libre, es que lo quieres ver volando cada vez más alto, cada vez más lejos, más allá.
Traducción: Nel blu dipinto di blu.
Donde perdemos aliento, donde se nos va el aire, es en la ausencia del otro. Aquí más pura la luna brilla y se respira mejor.
Traducción: Momento cultureta para recordar que conoce el verso del ‘Don Juan Tenorio’ de Zorrilla. Claro que con tanto mensaje agobiante, dependiente y desesperado, la destinataria de la carta lo leerá más bien con el tono interrogatorio de la versión original: ¿y se respira mejor?
Siempre que vuelves a mí lo haces no sólo porque quieres, también porque necesitas que te vuelva a atrapar.
Traducción: Regresión a la infancia para venderle a su joven esposa la idea de que pueden jugar al ‘corre, corre, que te pillo’ cada vez que vaya a su casa. Claro que la edad no perdona, y para no dejarse las lumbares y evitar accidentes domésticos resbalando por los pasillos, suelta algo similar a frase típica de padres propia de la tortura psicológica más atroz de ‘haz lo que quieras’. Y vuelta al juego.
Más que mía y de verdad. Mía porque por mucho que te tenga, jamás te dejas poseer del todo.
Traducción: De verdad de la buena.
Siempre que estás volviendo es porque te vas.
Traducción: Dícese de aquel que se traslada a otro lugar y, al volver al primigenio, resulta estar regresando, nos explica el maestro dando a entender que la muchacha que le tiene embelesado le deja tirado en más de una e incluso le monta el típico paripé de “ahora me enfado y no respiro y me largo en la otra dirección, canalla, pero luego vuelvo y te monto el pollo en persona”.
Este Otelo ya se deja de hostias. Esta Desdémona es de almas tomar.
Traducción: Mención gratuita a Otelo simplemente por poder introducir en su poema las siglas que le dieron a conocer: O.T. Y un poco más adelante... ¡tremendo juego de palabras!
Lo que me apasionó de ti desde el principio es que fueras un arma de destrucción pasiva, que me volvieras loco sin prácticamente pestañear.
Traducción: ¿Ar-ma de des-truc-ción pa-si-va? Ojo. Lo que Risto viene a decir es que si uno tiene que convertirse en un mártir del amor, se convierte. Que si uno se tiene que hacer un Camilo Sesto, se lo hace: “Vivir así es morir de amor”. “Killing me softly”, que versionaron los Fugees. O “a fuego lento tu mirada”, que diría Rosana.
Tampoco es que tema que me dejes, porque eso ya lo tengo asumido. Cada día despierto con la angustia de que ése es el día en que te vas a dar cuenta realmente de con quién estás
Traducción: Maridaje perfecto entre el pagafantismo y la falsa modestia. Risto, estás perdiendo tu tiempo. Si has conseguido anticiparte al futuro, si conoces el final de la película, si te han spoileado tu serie favorita con un trágico desenlace, estás a tiempo de poner remedio a esa angustia. En román paladino: a otra cosa, mariposa, no te tortures más.
Y es que no sé si lo he dicho, pero mía. Toelrrato. Toeldía. Ya.
Traducción: Mensajes gramaticales encriptados que no atinamos a descifrar. A medio camino entre la posesión y la dependencia. Un amor sano. Y cuidado con escaparse.
Que conste que esta pérdida de control nada tiene que ver con querer recuperarlo, nada más lejos de la realidad. El control se lo dejo a los que no entienden nada. A los que más que disfrutar de una relación, la pretenden asfixiar.
Traducción: A lo loco. Vivamos al límite. A tres metros sobre el cielo. Salgamos de la zona de confort. Esto que hay entre tú y yo sólo lo entendemos nosotros. Toelrrato. Toeldía. Federico Moccia no lo habría dicho mejor.
Yo, si un día acabamos, que sepas que será lo mejor para ti.
Traducción: El clásico “no eres tú, soy yo” por adelantado. Una frase que ha servido para acabar con tantas relaciones que ya forma parte de la cultura popular de este país.
Hoy hacemos uno y cada uno se multiplica por dos.
Traducción: Como genio y figura de las genialidades creativas, deja entrever que entre sus proyectos podría estar un remake de la fantástica producción ‘Junior’.
Es lo que tiene ser mía, tan tuya, tan de nosotros.
Traducción: Tan de ellos. Por suerte.
Sí amiga, en serio.