Laura Escanes (20), la novia de Risto Mejide (41), no quería ser famosa. No, al menos, por lo que lo es. Y ahora, superada por las circunstancias, ha decidido explotar esa imagen, sacarle partido. Y lo está consiguiendo. Su canal de YouTube, por ejemplo, cuenta con 96.283 suscriptores y algunos vídeos se han visto medio millón de veces. Pero la fama se paga: su vida es a veces un calvario. Escanes intenta mantener sus costumbres de chica joven y eso pasa por terminar sus estudios. Pero la vida universitaria no está siendo fácil.
Se ha convertido en una imagen habitual en la cafetería de la Facultad de Periodismo Blanquerna de la Ramon Llull de Barcelona, una universidad catalana privada. Un grupo de cuatro chicas sentadas en un rincón observa con recelo al resto. Una de ellas, la más llamativa, se tapa la cara con su larga melena con un gesto entre el fastidio y el miedo. Es Escanes, cansada de que se acerquen compañeros de estudios y le saquen fotos para colgarlas luego en las redes sociales.
"Da un poco de penita, la pobre, porque la gente la señala, algunos se ríen de ella, otros le sacan fotos, y la ves ahí, siempre con las mismas, sin poder hacer nada...", cuenta un compañero de facultad algo piadoso. La presencia de la modelo es habitual en la prestigiosa -y cara- universidad, quiere terminar sus estudios de Periodismo cuanto antes. En lugar de relacionarse con el resto, se ha marginado y solo se relaciona con sus tres amigas de siempre, con quienes se cierra.
Su relación con Risto Mejide empezó hace más de un año y la hicieron pública al poco tiempo de empezar. Escanes trabajaba ya entonces como modelo y azafata, y se encontró en un acto promocional en Baleares con una joven actriz de carrera consolidada – es catalana, joven y muy simpática-. A punto de salir al photocall, la actriz se percató de que la joven azafata era Escanes y le propuso que la acompañara ante las cámaras. "No quiero ser famosa", le contestó, "no por ser la novia de Risto". "Me lo dijo muy amable, incluso tímida", recuerda la actriz, "me pareció una monada y su actitud muy loable, otra hubiera exigido estar en el photocall".
Ha pasado el tiempo y la joven ha decidido cambiar su manera de enfrentarse a la fama. Si al principio era tímida, ahora empieza a saber manejar su situación y sacar provecho de las ventajas. Sabedora de que cualquier cosa que haga dará que hablar, ha decidido hacerlo a lo grande. Se ha tatuado la firma de Mejide en el culo y lo ha enseñado, se ha desnudado delante de las cámaras, ha celebrado su 20 aniversario en directo... Incluso colgó un vídeo en el que se caía esquiando. Todo vale para alimentar él hambre de carnaza. Además del canal de YouTube suele aparecer en los vídeos que su novio postear en Facebook y llena catálogos de moda con su imagen.
Uno de los momentos más potentes –si hablamos en términos publicitarios- fue la pedida de mano de Mejide a Escanes, en público, grabado en vídeo y colgada e internet. Fue en septiembre del año pasado en un Teatro Borràs de Barcelona, durante la función de Manu Sanchez 'El rey solo' (habían pagado entrada, sí).
En plena actuación, Risto se subió al escenario y le pidió matrimonio a su novia: "Hace mucho tiempo que me prometí a mí mismo que no me daría miedo ni vergüenza mostrar lo que siento. Una de las cosas buenas que le puede pasar a alguien es enamorarse. Me prometí a mi mismo que si encontraba la persona correcta, no la iba a dejar escapar. Desde que la he conocido, cada día le he pedido que se casara conmigo, y ella me ha dicho que no tenía huevos de decírselo con más gente delante. Y no hay nada peor que decir no hay huevos". Laura aceptó gustosa; ahora luce un pedrusco en la mano.
"La boda se puede producir en cualquier momento, Risto hace estas cosas, pero por ahora no hay invitaciones, eso seguro. Puede ser que se casen en secreto, sin avisar a nadie, me extrañaría... Y por el momento, no sabemos nada de una boda convencional", comenta a Jaleos una persona del círculo íntimo de la pareja. Hace poco, Pilar Eyre publicaba en Lecturas que Escanes ya está escogiendo el vestido de novia de la mano de la diseñadora Rosa Clará. "Esperamos las invitaciones con ilusión", apostillan sus amigos mientras se encogen de hombros.