Carlos Herrera ha vuelto a verse salpicado por la polémica. Si hace una semanas el periodista contestaba con un sutil "paseando a tu puta madre" a un usuario que le preguntaba si estaba "paseando al muñeco" (refiriéndose a una foto de la romería de la Virgen de las Nieves de Aspe, que había colgado en su Twitter), esta vez ha optado por llamar "tontos" a un puñado de usuarios que lo acusaban de "señorito".
Herrera, gran aficionado a la gastronomía, compartía este fin de semana una imagen de un bar de Sanlúcar de Barrameda, donde había estado comiendo. Con la instantánea, un comentario: "Camareros de cafetería La Plaza de Sanlúcar. Rápidos, educados, efectivos. Si toda España trabajase así, nos salíamos".
Tras este primer tuit, un segundo en el que valoraba la capacidad de los mozos que habían estado tras la barra y sirviendo los platos a los comensales.
Lo que para algunos podría ser un simple mensaje calificando el buen servicio de un establecimiento, para otros se convirtió en un tuit ofensivo y clasista. Una especie de radiografía de la crisis que afecta a España, con solución incluida, sintetizada en 140 caracteres, y desde una posición privilegiada. Y, claro, los mensajes contra el periodista no tardaron en aparecer.
Tras la ola de mensajes criticando al periodista y calificándolo de "señorito", éste, una vez más, optó por entrar al trapo y contestar personalmente a algunos usuarios a los que no dudó en llamar "tontos".
Así, después de responder a algunas alusiones, Herrera dejó un mensaje ambiguo generalizado en el que describía sus tuits sobre los camareros de Sanlúcar como un "anzuelo" al que "los tontos acuden en tropel". "Qué maravilla", concluyó.