Alud de críticas al 'Wall Street Journal' tras definir a Otegi como un "luchador guerrillero vasco"
En la jungla. El diario norteamericano compara al lider 'abertzale' con otros "rebeldes de izquierda" como José Mujica o Dilma Rousseff.
23 septiembre, 2016 10:25Noticias relacionadas
"Se cae un mito". "¿Y ustedes son un periódico serio?". Estas son algunas de las decenas de críticas que está recibiendo el 'Wall Street Journal' en las últimas horas debido a un artículo sobre Arnaldo Otegi en el que lo definen como "un antiguo guerrillero de ETA" (en inglés, "former ETA guerrilla fighter").
El artículo, titulado 'Former ETA guerrilla fighter trades bullets for ballots in Basque election' ('Antiguo guerrillero de ETA cambia las balas por las urnas en las elecciones vascas'), fue publicado este jueves en la versión online del diario norteamericano. En él se cuenta cómo el "guerrillero" Otegi se ha convertido en uno de los grandes protagonistas de la campaña electoral en el País Vasco tras salir de la cárcel y ser designado por EH Bildu como candidato para los comicios del 25-S.
El 'Wall Street Journal' compara la trayectoria del líder 'abertzale' con la del "revolucionario irlandés" Gerry Adams, quien "convenció" al grupo terrorista IRA de abandonar la lucha armada y actualmente preside el partido independentista Sinn Fein en Irlanda del Norte. El diario equipara a Otegi con algunos "rebeldes de izquierda que lucharon contra gobiernos autoritarios y han ganado elecciones en El Salvador (Salvador Sánchez), Uruguay (José Mujica) o Brasil (Dilma Rousseff), décadas después de que finalizasen los conflictos" y hace referencia al 'teatro' que ETA prepara para alterar las elecciones vascas, consistente en que una comisión internacional verifique, como se hizo en Colombia con las FARC, un presunto nuevo desarme, de manera que se puedan favorecer las aspiraciones de EH Bildu.
Former ETA guerrilla fighter Arnaldo Otegi trades bullets for ballots in Basque election https://t.co/rEEMC3YYw8 🔓
— Wall Street Journal (@WSJ) 22 de septiembre de 2016
La publicación del artículo, firmado por el corresponsal Richard Broudeaux, ha desatado una oleada de críticas en Twitter, donde decenas de usuarios han reprochado al diario el uso de la palabra "guerrilla" para referirse a ETA.
@WSJ ETA is a terrorist group. It is not a guerrilla.
— Jesús de Andrés (@jesus_deandres) 22 de septiembre de 2016
@WSJ ¿Guerrilla? ¿Y ustedes son un periódico serio? ¿Y hemos de creernos el resto de noticias que publiquen publicando esta barbaridad?
— Verónica del Carpio (@veronicadelcarp) 22 de septiembre de 2016
@WSJ they are terrorists, not a guerrilla.
— Goyix (@goyix_salduero) 22 de septiembre de 2016
@CousinOlaf @GOSSETES @WSJ really??? Could you explain why he was in jail??? pic.twitter.com/9lTilnHp2p
— JAP (@JAPiDBA) 22 de septiembre de 2016
El libro de estilo del 'Wall Street Journal', al parecer, no marca una pauta clara para hablar de la banda terrorista vasca. El diario define a ETA en unas ocasiones como "banda terrorista" y en otras, como en este caso, habla de "guerrilla". La polémica sobre la terminología empleada a la hora de nombrar a la banda terrorista es más o menos habitual en los medios internacionales. Sin embargo, suele ser zanjada recordando que Estados Unidos, la Unión Europea o la ONU definen a ETA como "grupo terrorista".
Ya en 2010 la BBC tuvo que dar explicaciones después de publicar la noticia sobre el alto el fuego de ETA y recibir un auténtico aluvión de críticas. La cadena británica definió a los banda como "organización armada separatista" o "grupo separatista vasco" en lugar de "banda terrorista". La cadena argumentó por entonces que, según su Guía de Valores y Criterios Editoriales, su credibilidad se veía "socavada" por el uso de palabras que conllevasen juicios emocionales o de valor. "La palabra "terrorista" en sí misma puede ser un obstáculo, más que servir de ayuda para entender lo acontecido. Deberíamos informar sobre los hechos tal y como los conocemos y dejar las valoraciones a otras personas...Tenemos la responsabilidad de ser objetivos e informar de modo que permitamos a nuestra audiencia sacar sus propias conclusiones sobre quien está haciendo qué a quién", explicaban.
Así, la cadena argumentaba que no le interesaba el "periodismo de etiquetas" y que dejaban ese tipo de calificaciones para "otros". "No es una cuestión personal de la BBC con ETA, con los vascos o con los españoles, o que queramos ser benevolentes con ETA; no, no lo utilizamos para ningún grupo de gente, organización, gobierno o estado", argumentaban. "Consideramos que no hace falta subestimar a nuestros lectores y darles toda la información ya digerida, no, preferimos que la mastiquen y la digieran ustedes", zanjaron en su explicación.