Una manifestación extrema con el objetivo de concienciar. Los activistas del movimiento 269 Life francés escenificaron el pasado fin de semana una protesta contra la industria cárnica y el encierro de animales en granjas que está teniendo un enorme repercusión en las redes sociales.
En plena plaza de la República, en París, con sus cuerpos manchados de sangre, los miembros de la organización eran conducidos con una cadena hacia una carpa donde varios compañeros los echaban al suelo y los sujetaban. Después, uno de los miembros cogía un hierro candente y los marcaba con el número 269. Como si fueran una res.
"La utilización simbólica de los cuerpos ha sido un arma política importante para los movimientos que han promovido los avances jurídicos y éticos en el curso de la historia", explican en un post que lleva camino de ser compartido más de 4.000 veces y cuyo vídeo, grabado por la agencia Ruptly, supera las 600.000 reproducciones en una semana.
La cifra que los distintos activistas marcaron para siempre en su piel representa la matrícula de un ternero que el movimiento vegano consiguió salvar de una granja israelí. Tal y como cuentan, este número se ha convertido en "el símbolo del movimiento mundial de liberación animal" y miles de personas se lo tatúan desde entonces.
Según estos activistas, una protesta tan extrema como ésta representa es "un acto de fuerte compasión" más que otra cosa, una forma de mostrar su solidaridad contra el "holocausto de animales en todo el mundo". "Representa la injusticia de la ganadería, que reduce a algunos seres sensibles al estatuto de propiedad mientras que compartimos con ellos el hecho de ser seres individuales", explican.
No es la primera vez que 269 Life lleva a cabo una protesta como ésta. Hace cuatro años, en Inglaterra, varios integrantes de la organización volvieron a quemarse la piel como si de un becerro se tratase con este mismo número. Esta vez la protesta tuvo lugar delante de un restaurante de comida rápida.